La burocracia siguió representando un fuerte egreso para el Estado durante este año. Foto: archivo / EL COMERCIO
Las cuatro recientes operaciones de crédito por USD 1 137 millones alivian las necesidades de recursos del Fisco. Sin embargo, solo es una parte de lo que todavía requiere hasta diciembre, para cubrir sus gastos y pago de deudas adquiridas en años pasados.
Contando con esas operaciones, el Fisco aún necesita conseguir un total de USD 3 800 millones en deuda. La cifra se calculó con datos del Presupuesto disponibles en el Ministerio de Finanzas con corte al 31 de agosto del 2018.
El ministro de Finanzas, Richard Martínez, consideró que las necesidades hasta fin de año son solo de USD 2 400 millones, gracias al plan de optimización del Estado y a los ingresos que espera recibir por la remisión tributaria.
Entre enero y agosto el Fisco destinó USD 14 262 millones para cubrir sus gastos, esto es, USD 603 millones menos que iguales meses del año pasado. La caída se explica, básicamente, por un decrecimiento de la inversión en obra pública.
El rubro que el Estado destina al pago de salarios siguió al alza con un aumento del 3%. “El mayor ajuste es en inversión, pese a los anuncios de recortes al gasto”, anota el secretario del Observatorio de la Política Fiscal, Jaime Carrera.
El analista económico cree que se necesita un mayor esfuerzo para ajustar esos egresos y sugiere una reducción más profunda en el nivel de salarios y puestos públicos.
El Gobierno espera reducir ese rubro hasta diciembre próximo cuando vencen unos 70 000 contratos ocasionales, que no implicarán para el Estado gasto en liquidaciones.
El ministro de Trabajo, Raúl Ledesma, ha señalado que se suprimirán las partidas para las cuales no se inicien concursos. Hasta ahora solo se han emprendido procesos para llenar unas 40 000 vacantes, dijo.
En 90 días, además, se prevé que se concrete la fusión de ministerios, que se anunció el 21 de agosto, que podría eliminar hasta 1 500 plazas de áreas como administración, financiera, legal, comunicación, etc.
Por el lado de ingresos, el fisco recibió más recursos hasta agosto gracias a una mayor recaudación de impuestos y al alza del precio del petróleo.
Y se espera que los contribuyentes en mora se acojan a la amnistía de intereses de la Ley de Fomento para que se pongan al día en el pago de impuestos. La medida puede dejar USD 600 millones adicionales por tributos en este año.
Pese a los esfuerzos, el Fisco tendrá que buscar más deuda para cubrir sus gastos. El exministro de Finanzas, Fausto Ortiz, cree que el Gobierno ha trabajado por bajar el déficit.
Finanzas espera que la brecha cierre hasta diciembre en USD 4 200 millones. Si esa meta se cumple se evidenciará una baja significativa, ya que en el 2017 el déficit fue de unos USD 6 000 millones.
Pero las opciones para conseguir recursos son limitadas.
La semana pasada el Gobierno recurrió a una operación con Goldman Sachs por USD 500 millones. La tasa de interés fue del 6,55%, menor a la que el país debería pagar si emitiera bonos, que es del 9,6%.
Ecuador entregó como parte de esta operación una garantía en bonos por USD 1 200 millones. Esta no genera intereses ni se registra como deuda.
El financiamiento con Goldman ha generado inquietud entre inversionistas que ven al colateral como un pasivo más, según Ortiz. Eso se refleja, dijo, en el riesgo país que el viernes pasado cerró en 730 puntos, el tercero más alto de la región.
“El mercado no está percibiendo como positivo el último endeudamiento con Goldman. Tal vez falta comunicar mejor la operación por parte de Finanzas”, comentó Ortiz.
Para el secretario del Observatorio de la Política Fiscal es probable que continúe el recorte del gasto de capital e inversión hasta fin de año y que el Fisco genere atrasos con proveedores. “El plan de ajuste aún es poco creíble para inversionistas y, por eso, el riesgo país sigue alto. También perjudica la situación de Brasil, Argentina y Turquía que ahuyenta los capitales de países emergentes. Todo eso dificulta el acceso de Ecuador a los mercados”, anotó Carrera.
Otras opciones son renovar deuda interna, que podría llegar hasta USD 1 000 millones e incluso que se emitan nuevos bonos, aunque por ahora el costo de esas operaciones sigue alto, dijo Ortiz.