Redacción Cuenca
A cuatro días del inicio del nuevo año lectivo no se realiza la fumigación de los planteles educativos de Cuenca. Sus autoridades solo ordenaron su limpieza (barrido y trapeado) de las aulas, baños y otros lugares.
Desde hace una semana, la Dirección de Salud de Azuay y la Subsecretaría de Educación del Austro trabajan en la elaboración de un plan de contingencia de salud frente al virus AH1N1. El objetivo es prevenir el contagio y un posible rebrote de la enfermedad por la masificación de menores en los planteles.
El plan tiene exigencias. Una de ellas es la obligación de desinfectar las baterías sanitarias. Pero también se habló de establecer una campaña integral de fumigación en los planteles educativos, antes del inicio del año lectivo.
La Dirección de Salud debía entregar papel higiénico, jabón y desinfectantes, pero hasta ayer, no se cumplía. En la escuela Panamá de Cuenca, por ejemplo, donde se educan 575 niños y niñas, solo se trapean las aulas.
Vinicio Carrión, director de ese plantel, señaló que antes de finalizar el año anterior les llegó una circular donde se les informaba la obligatoriedad que tienen de informar sobre cómo prevenir el virus de la influenza. “Y cuando un niño presente síntomas no se los reciba hasta que esté sano”.
Carrión admitió que no disponen de dispensadores ni de papel higiénico en los baños. Pero que los urinarios son desinfectados con cloro cada semana y que extenderán esa medida de prevención en las aulas, por lo menos una vez a la semana.
Los recursos económicos de la Dirección de Salud son limitados. Según su director, Julio Molina, solo tiene dinero para el 25% de los 1 175 planteles fiscales de la provincia. Él considera que el Ministerio de Educación debería aportar con los kits para el restante 75% de los planteles.
La medida de prevención debe aplicarse también en centros privados. Además, la próxima semana se verificará el ambiente de las escuelas para constatar y garantizar que estén ventilados y no tengan más de 40 alumnos por aula.
Esta situación preocupa a los padres familias porque hay escuelas, las de mayor demanda de alumnos, como la 3 de Noviembre, Luis Cordero, Honorato Vázquez, Dolores J. Torres, La Inmaculada, Miguel Ángel Estrella, Federico Proaño, entre otras, con grados hasta de 55 alumnos.
Carmita Maruri, directora de la 3 de Noviembre, precisó que no disponen de dinero y espacio para abrir nuevos grados. Pero que se concienciará a las estudiantes sobre la importancia del lavado de manos de forma frecuente para evitar la propagación del virus.
A Laura Pauta Pérez, directora de la escuela Benigno Astudillo, le preocupa cómo cumplirán con la dotación de los kits de aseo. En esta escuela se educan 480 niños y “necesitaríamos una inmensa cantidad de jabón líquido diario y papel para el aseo de los niños”.
Ella señaló que como están prohibidos de solicitar donaciones a los padres, solo recomendarán que les ubiquen en las mochilas alcohol o gel para que cuando salen e ingresan del receso se laven las manos. “Pero vemos difícil que todos los padres acepten”.
Diana Yunga, madre de familia, está de acuerdo con esa sugerencia. “Si ellos tienen y utilizan su desinfectante estamos aportando para prevenir el contagio de la mortal enfermedad”.
Las autoridades de Salud y Educación creen que otra estrategia es que los municipios y Consejo Provincial aporten con estos implementos. Por eso, la próxima semana se constatarán las reales necesidades para establecer una nueva reunión con autoridades de otras instituciones públicas para coordinar acciones conjuntas.