El 3 de mayo de 2000, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) publicó su listado anual de los Diez Peores Enemigos de la Prensa. En la nómina, por segundo año consecutivo, constaba el nombre de Alberto Fujimori, en ese entonces presidente del Perú. También figuraban el gobernante de Cuba, Fidel Castro, el ayatolá Alí Jamenei de Irán, el presidente de China, Jiang Zemin, entre otros.
Y el CPJ explicó sus razones: “Fujimori ha arrojado todos los recursos que tiene a mano, incluido su control casi total de las ramas legislativas y judiciales del Gobierno, al descalabro de lo que hace tan solo cinco años fue una prensa floreciente y vigorosa. Su arsenal incluye la vigilancia electrónica, las tácticas difamatorias, y las acusaciones artificiales contra periodistas y publicaciones…”.
Fujimori y su asesor Vladimiro Montesinos compraron la línea editorial de diarios como Expreso y de televisoras como Cable Canal de Noticias, para poner al servicio de su régimen. Además, el fujimorato dio alas a la ‘prensa chicha’, que lanzaban duros ataques a los opositores del Gobierno.
Había la certeza de que los artículos que se publicaban en los diarios chicha eran escritos en el Servicio de Información Nacional (SIN), que comandaba Montesinos. En uno de los juicios que se le siguieron, Fujimori, que cumple una pena de cárcel, admitió la compra de medios.
El testigo
Durante varios días de marzo de 1996, publicamos en La República una investigación en serie sobre la compra secreta de una flota de 18 aeronaves MiG-29 a Bielorrusia, de segunda mano y a precio sobrevalorado. Fujimori, enfurecido, declaró públicamente que la información era “obra de los traficantes de armas”, pero no negó la millonaria operación comercial. Así comenzó un trabajo que se prolongaría hasta el final del fujimorato.
Perú había sido derrotado por Ecuador en la guerra del Cenepa, en enero de 1995, y el asesor Vladimiro Montesinos convenció a Fujimori de que no se podía negociar la paz y la demarcación final de la frontera si Perú no superaba en armamento a su vecino.
El periodismo triunfó sobre un Régimen antiprensa
Ángel Páez
Periodista del diario La República
Montesinos y la cúpula militar, en complicidad con un grupo de vendedores de armas, consiguieron que Fujimori aceptase la compra a Bielorrusia, además de los MiG-29, de un total de 18 cazabombarderos Su-25 y un sistema radárico por USD 410 millones.
Al seguir la pista de la adquisición de aeronaves de guerra a Bielorrusia -alentada por la guerra de nervios con Ecuador y Chile fabricada por Montesinos y la cúpula castrense-, descubrimos que la compra de armamento se había convertido en la principal fuente de corrupción del gobierno de Fujimori.
Desde que iniciamos la investigación en 1996, Montesinos y sus agentes secretos me acosaron, espiaron y amenazaron. Pagaron a un periódico, El Tío, para que todos los días, durante casi dos años, publicara en primera plana historias para destrozar mi reputación con titulares como: “Páez espía es un ecuatoriano”, “Ángel Páez traidor a la patria”, “Juicio a Páez por traición”, “Fuerzas Armadas repudian a espía Páez” y otras parecidas.
Una vez terminado el Régimen, el 28 de mayo de 2003, el Pleno del Congreso aprobó una investigación parlamentaria que concluyó que Fujimori era responsable de la corrupta compra de los MiG-29 y los Su-25 y lo acusó del delito de traición a la patria. El propio Fujimori luego aceptaría que Montesinos cobró sobornos, pero sin su conocimiento.
El periodismo de investigación había triunfado una vez más sobre un régimen que perseguía a los periodistas por cumplir con su trabajo más elemental: fiscalizar el poder.
OTROS HECHOS
Las compras de medios. Fujimori utilizó fondos del Estado para pagar USD 2 millones por el 75% de las acciones de Cable Canal de Noticias. En el caso del diario Expreso fue entregada la suma de USD 1,75 millones a su propietario, Eduardo Calmell del Solar.
Los pagos a la ‘prensa chicha’. Matilde Pinchi Pinchi, ex cajera del desactivado Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), afirmó que su jefe Vladimiro Montesinos manejaba USD 300 000 mensuales para pagar a la denominada ‘prensa chicha’.
‘El Gobierno no amenaza a los periodistas’
Alberto Fujimori. ex presidente del Perú
Desconfiado y calculador, Alberto Fujimori encargó a su asesor Vladimiro Montesinos, jefe del Servicio de Inteligencia Nacional, la compra de la línea editorial de varios medios de prensa peruanos, a cambio de millones de dólares.
También avaló la aparición de la denominada ‘prensa chicha’, cuya finalidad consistía en la desacreditación de los medios que no le eran serviles. El ex gobernante ahora está preso.