Lima, AFP
Una provincia del sudeste de Perú decidió continuar una huelga por tiempo indefinido tras fracasar las negociaciones con el primer ministro Yehude Simon para dar solución a reclamos regionales, admitieron este jueves el gobierno y líderes de la protesta.
Campesinos de la provincha de Canchis, en el departamento surandino de Cusco, decidieron continuar con una paralización iniciada hace 15 días y mantener el bloqueo de rutas a esa región, dijo Alejo Valdez, presidente del Comité de Lucha provincial.
“El gobierno planteó su posición, pero aún no hay nada porque nuestras demandas no fueron absueltas y por tanto la medida de lucha continúa”, dijo el dirigente.
El primer ministro Simon tras reunirse durante cinco horas con los líderes campesinos en Sicuani, capital de Canchis (departamento de Cusco), reconoció que se frustró el objetivo de instalar una mesa de diálogo tal como estaba previsto.
“Nuestra voluntad de diálogo ha sido explícita, el gobierno ha mostrado interés, lo que queda ahora es ir ajustando posiciones para solucionar el pliego de reclamos”, dijo Simon al agregar que se programarán otras reuniones, sin precisarse fechas.
Algunos manifestantes lanzaron piedras a Simon cuando salía de la sede del municipio donde se reunió con los campesinos, lo que obligó a la policía a protegerlo con escudos.
Junto a la protesta en Sicuani, se cumple este jueves el segundo día de un paro de tres días en Puno, departamento vecino a Cusco y fronterizo con Bolivia, para exigir al gobierno atención a demandas locales.
Un conflicto laboral en la región central del país de 3.500 trabajadores de la minera Doe Run, de capitales estadounidenses, se suspendió la noche del miércoles por 30 días. Los mineros exigen una solución al cierre temporal de las operaciones de la empresa en la ciudad centroandina de La Oroya.