Cinco temas atraen en la Ley de Emprendimiento

Tipti es un emprendimiento que facilita las compras en el supermercado con una ‘app’. Foto: Archivo/ EL COMERCIO

Tipti es un emprendimiento que facilita las compras en el supermercado con una ‘app’. Foto: Archivo/ EL COMERCIO

Tipti es un emprendimiento que facilita las compras en el supermercado con una ‘app’. Foto: Archivo/ EL COMERCIO

Cinco aspectos de la Ley de Emprendimiento, aprobada por la Asamblea el 7 de enero del 2020, pueden mejorar el clima de negocios e innovación en el país, según señalaron emprendedores y gremios consultados por el semanario Líderes, que publica este lunes 12  un informe del tema.

Un aspecto importante contemplado en la norma, que tiene 57 artículos, es la posibilidad para acceder a fuentes de financiamiento.

La norma crea el Registro Nacional de Emprendedores, un instrumento que permitirá tener un acceso preferencial a los servicios financieros y a los fondos de inversión públicos.

La Ley, además, abre la posibilidad de acceder a fondos estatales para capital semilla y riesgo, que actualmente tienen restricciones legales.

La Junta de Regulación Monetaria y Financiera también establecerá líneas de crédito para este tipo de financiamiento. Además, se crea un programa de crédito del sector financiero público para la innovación y desarrollo del ecosistema emprendedor.

Rafael Luque, cofundador de Tipti, una start up ecuatoriana que se enfoca en facilitar las compras en el supermercado con una ‘app’, considera que la ley ayudará “tremendamente” porque los emprendimientos bien canalizados y financiados pueden impactar de manera importante a la economía de un país.

Pero considera que faltan algunos beneficios, entre los que está una mayor flexibilidad en el tema tributario y para el cierre de negocios cuando las iniciativas fracasan. “No puede ser que en este país una firma que tiene inversiones, fondeos por goteo o por financiamientos, si registra pérdidas por tres años, tenga riesgo de intervención y liquidación, cuando los planes para llegar a un punto de equilibrio son a partir del quinto año”, considera Luque.

Otro aspecto positivo de la iniciativa es que regula los fondos colaborativos o 'crowdfunding'.

Estos mecanismos, que deben cumplir varios requisitos, estarán supervisados por la Supe­rintendencia de Compañías. La norma también regula las comisiones que perciben estos fondos, que da más certezas a los emprendedores sobre el manejo de esos recursos.

Un tercer aspecto es el laboral.La norma establece que el Ministerio de Trabajo deberá desarrollar la modalidad de contrato emprendedor. La Ley obliga a afiliar al trabajador.

Para Ernesto Kruger, CEO de Kruger Labs, la norma es positiva en varios aspectos, pero lamenta que no existan estímulos ni deducciones de impuestos a los inversionistas. Cree que en lo laboral aún se deben aclarar varios aspectos. Por ejemplo, comenta que un emprendedor no tiene para pagar la seguridad social en sus etapas tempranas. Por ello, sugiere ser cuidadoso en la definición de la nueva modalidad, ya que el riesgo de liquidar personal es muy alto para un emprendedor.

Un cuarto aspecto de la norma apunta a establecer parámetros para reestructurar los emprendimientos.

Andrés Zurita, director de la Alianza para el Emprendimiento y la Innovación (AEI), rescata este último elemento porque establece con claridad el proceso de cierre de negocios en el país y ofrece a la persona la posibilidad de generar otro que sí pueda funcionar.

Asimismo, destaca la creación de la llamada Sociedad por Acción Simplificada (SAS). “La empresa simplificada permite que se la desarrolle de manera unipersonal y ya no es necesario contar con un socio para que funcione”.

Una opinión similar es la de Vicente Servigón, catedrático de la Espae-Espol. Él destaca que las SAS pueden crearse vía electrónica. Añade que el texto es sabio al regular la posibilidad de emitir acciones en diversas clases y series. Tales elementos son utilizados con frecuencia en ecosistemas de emprendimiento más maduros, como Sillicon Valley, por citar un ejemplo.

Wilson Araque, director del Observatorio de la Pequeña y Mediana Empresa, cuestiona que el texto se concentra en generar instituciones y no “acciones”concretas.

La norma crea el Consejo Nacional para el Emprendimiento y la Innovación y una de sus funciones es formular políticas para el acceso al crédito a los emprendedores.

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