Jackeline Pacas Marcillo
Pero eso sí, ‘efectivo’, personalmente aunque me hagan una limpia bien criolla, pasen pulgas, vea choros, simule ser una patata, perciba olores: la mayoría desagradables, es aconsejable usarlo, debido a que ahorro buena cantidad de tiempo, lo cual no lo puedo hacer ni en vehículo propio y peor a las horas críticas, es decir, casi siempre, obvio exceptuando las noches ya pasaditas las 21:00, o las madrugadas, cuando por motivos profesionales me toca movilizarme en la ciudad. Sin embargo, no todo es malo, y sugiero aspectos en los que se puede mejorar.
Entre ellos, por ejemplo: prohibición de vendedores ambulantes sean quienes sean; agilidad de las personas que expenden las fichas y del usuario también, los cuales no siempre vamos con el valor adecuado, sino que aprovechamos para cambiar un billete (poner monto límite) o no adquirimos la tarjeta; observo que hay guardias, estudiantes, empleados colaborando en que se realice una fila, pero ellos no dirigen bien.
Sobre todo, en el sentido que se debe educar mejor a personas embarazadas, de tercera edad, con capacidades diferentes, en sillas de ruedas, coches de niños, etc., en usar las respectivas puertas; en horas pico, las unidades que circulan deben ser más frecuentes.
Imaginemos todas las ventajas; evitar que los pillos suban: y esto debido a que ya los tienen bien identificados, creo y estoy segura (soy optimista) de que si colocan las fotos de todos esos hampones, muchos de ellos son personas adultas, mayores, incluso con piernas amputadas, cuyo ingenio es fabuloso, que al inicio crean sorpresa y al final indignación. Así se evitaría en gran parte la cantidad de robos -hurtos- y se contaría con el apoyo de los usuarios.
Reforzar a los choferes para manejar mejor, no abusar del pito y, sobre todo, informar cuando ocurre algún suceso, de forma que el usuario sea capaz de decidir qué hacer. Y cuando ya se reinicien las clases en la Sierra: educar. Así que no critiquemos mucho, mejor propongamos soluciones y aprendamos en este mundo de agresión a tener otra visión.