Edwin Poalasin, sobrino de Juan Álvaro Olovacha, cuenta que su tío está en el hospital Eugenio Espejo desde el 8 de octubre del 2019, cuando fue impactado por perdigones durante las jornadas de protestas que paralizaron el país. Foto: David Landeta / EL COMERCIO
Juan Álvaro Olovacha tiene 30 años. Edwin Poalasin cuenta que su tío está postrado en el hospital Eugenio Espejo, de Quito, desde el 8 de octubre del 2019, cuando fue impactado por perdigones en las manifestaciones por la eliminación de los subsidios a la gasolina extra y diésel. Para continuar con el tratamiento médico solicitan una visa y así pueda viajar a Estados Unidos.
Aquí la historia contada por Edwin Poalasin:
“El martes 8 de octubre, mi tío Juan Álvaro Olovacha se encontraba en las manifestaciones, en la capital. Vino con el pueblo de Quisapincha (Tungurahua). Estaba como líder del grupo. En la avenida 12 de Octubre y Tarqui un policía lo dispara en la parte derecha superior del cráneo, a la altura de la frente. Fue una munición con perdigones de metal. Por eso queda sin signos vitales, lo llevan al hospital Eugenio Espejo y le realizan una cirugía de emergencia.
En el hospital tiene tres paros cardiacos. En la cirugía sacan un poco de masa cerebral junto con siete perdigones y el hueso parietal derecho. Juan casi no tiene movimiento. Se encuentra en estado semivegetal. Solo puede mover su brazo y pie derechos. También suele parpadear. Hay momentos en los que está consciente y otros en los que no.
Estudiaba economía en Ambato. Junto con su hermana son los últimos hijos de mi abuelita. Siempre han velado por la seguridad de ella.
Trabajaba en un micromercado familiar. Era una persona que ha estado en mucho contacto con el pueblo por la misma situación que trabajaba en ese lugar.
En términos económicos tenía cómo mantenerse, pero quiso venir a protestar por un Ecuador mejor.
En el hospital lleva desde el 8 de octubre. Hace 15 días lo trasladaron de la Unidad de Cuidados Intensivos a una habitación.
Para que pueda seguir vivo le practicaron una traqueotomía y una gastrostomía, pues no puede mover su lengua, no puede comer y lo alimentan con una sonda. Entonces requiere de cuidados específicos.
Producto del impacto de perdigones, la onda expansiva afectó diferentes órganos. Le dañaron el nervio de la lengua.
Entonces se estaba comprometiendo su vía aérea. Se llenó de bacterias y se produjo una infección en sus pulmones. Tuvieron que hacerle una traquetomía a la altura de la garganta para que pueda respirar.
En el hospital nos dicen que se encuentra estable y ya no pueden mantenerlo internado. De ser posible van a tratar de que nos llevemos a la casa.
Por eso solicitamos que nos faciliten una visa para que pueda ir a Estados Unidos a realizarse todos los estudios.
Tenemos contacto con un doctor y con el hospital Saint Ines, en New York. Esperamos que este mensaje llegue a la Embajada de Estados Unidos y queremos que nos ayuden con la aprobación del documento, porque para nosotros es bastante difícil esto. Estaríamos dispuestos a costear todo lo necesario.
Calculamos que el tratamiento en EE.UU. costaría USD 150 000. Estamos tratando de solicitar ayuda a todas las personas. Estamos creando una página para que nos pueda ayudar con donaciones. Ecuador es muy solidario y sabemos que nos van a extender la mano.
Juan estaba comprometido con lo social. Desde todo punto de vista se preocupaba por los ancianos, por los necesitados. Ayudaba a los que más lo necesitaban. Participaba en reuniones con el pueblo. Él contribuía con la ciudadanía.
No tenemos un acercamiento con ninguna de las autoridades hasta el momento, por lo que queremos que vean este caso y que nos ayuden con la visa”.