Los Ángeles, DPA
Con los restos de Michael Jackson dentro de un ataúd bañado en oro sobre un podio, la familia y sus amigos más íntimos se despidieron el jueves ya entrada la noche del “rey del pop”.
La ceremonia, prevista a la caída del sol, al final se llevó a cabo en una cálida noche cerrada. La madre del artista, Katherine, de 79 años, los tres hijos de Jackson y sus hermanos llegaron con más de hora y media de retraso al cementerio Forest Lawn Memorial Park de Glendale, cerca de Los Ángeles.
Mientras, varios famosos tuvieron que esperar, entre ellos la amiga de muchos años Elizabeth Taylor y el ex astro infantil Macauley Culkin. La ceremonia privada, celebrada justo diez semanas después de la muerte del cantante, fue transmitida en vivo hasta la llegada del ataúd al cementerio.
Luego la familia solo permitió imágenes desde 1 000 metros de altura. De este modo, el último homenaje de la familia, con una canción de la cantante de soul Gladys Knight, fue un acto privado.
Los restos de la leyenda del pop encontraron su descanso eterno fuera del alcance de las cámaras tras una hora y media de ceremonia en el mausoleo del cementerio.
La cripta del músico está justo debajo de un monumental vitral con una reproducción de “La última cena” de Leonardo da Vinci.
Tras la llegada del coche fúnebre, los hermanos de Jackson cargaron el ataúd. Sobre un estrado al aire libre la familia hizo colocar un mar de flores blancas y afiches con imágenes de tamaño real del fallecido.
Para los invitados se colocaron más de cien asientos blancos en la terraza frente al mausoleo.
El padre del artista, Joe Jackson, estaba en primera fila con un sombrero y mirada estoica, junto a su mujer Katherine, que aparecía visiblemente triste, y los tres hijos del cantante.
Entre los primeros asistentes en llegar se contó la diva de Hollywood Elizabeth Taylor.
Era muy amiga de Jackson, ya que ambos debieron sacrificar su niñez por sus carreras. Los dos niños, Prince y “Blanket”, así como los hermanos de Jackson, llevaban corbatas rojas y brazaletes de luto. Su hija Paris asistió con un vestido negro con cuello y puños blancos.
También llegó Lisa Marie Presley para despedir a su ex marido entre lágrimas, aunque no asistió la segunda ex mujer del cantante y madre de sus dos hijos mayores, la enfermera Debbie Rowe, a pesar de estar invitada, informa CNN.
Entre los 200 invitados estaban Culkin (“Home alone”), con su novia Mila Kunis, Miko, el hijo de Marlon Brando, el cómico Chris Tucker, la estrella del bésibol Barry Bonds, los defensores de los derechos civiles Jesse Jackson y Al Sharpton, así como el abogado Thomas Mesereau, quien defendió con éxito en 2005 a Jackson de las acusaciones de abuso de menores.
Los asistentes recibieron una invitación de nueve páginas con fotos que mostraban a Jackson de niño y adulto en su rancho Neverland.
La noche se cerró con un convite en un restaurante italiano en Pasadena, a unos 13 kilómetros.
Según tmz.com, Randy, hermano de Michael, había anunciado allí la asistencia de unas 150 personas.
La emisora CNN calculó el costo del funeral en un millón de dólares. Tan sólo la policía de Glendale pasará a la familia una cuenta de 125 000 dólares.
Desde la mañana del jueves los agentes habían cercado la zona en torno al cementerio, y las advertencias de las autoridades al parecer tuvieron efecto, porque no se produjo la temida avalancha de curiosos.
Según el canal, había muchos más periodistas que fans frente a las puertas cerradas del cementerio. Jackson murió el pasado 25 de junio a los 50 años, víctima de un peligroso cóctel de narcóticos, entre ellos Propofol, según afirmaron los médicos forenses en Los Ángeles tras la autopsia oficial.
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