¿De dónde viene tu nombre artístico?
Cuando inicié en la música tenía como 11 años, cantaba en mi barrio, éramos cuatro muchachos y competíamos con otros grupos en Panamá. El nombre de la agrupación era Los Makanos, por un árbol que crece en nuestro país que es fuerte, frondoso y grueso. Hicimos una promesa que el primero que grabara profesionalmente se quedaba con el nombre del grupo y tuve la suerte de ser el primero.
¿Sabes lo que es empezar desde abajo?
Sí, trabajé en la construcción, como electricista, manejando camiones. Empecé mi carrera en el 98, grabé el tema Deja de fingir, pero no me fue bien. Lastimosamente uno como artista graba la primera canción, la segunda y espera que todo caiga de ahí, pero no es así. Tuve que conseguir trabajo…
¿Te cerraron puertas?
Mucha gente me decía Makano tú tienes talento, puedes salir adelante, pero también había personas que me decían salte de eso, no te va a llevar a ningún lado, nunca llegarás a grabar.
¿Qué piensas cuando escuchas la palabra fama?
Es lo que todo artista cuando está iniciando desea tener, pero hay que controlarse porque muchos cantantes se descarrilan. Es una palabra que tiene doble filo.