El ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, cerró la ceremonia con palabras de felicitación hacia los aviadores de combate. Foto: EL COMERCIO
Una ceremonia militar y una recreación de los enfrentamientos ocurridos en enero y febrero de 1995 se realizaron en la Base Aérea de Taura, en Guayas. El acto inició la mañana de este viernes 7 de febrero del 2020 con un extracto del discurso del expresidente Sixto Durán Ballén antes del inicio de las confrontaciones con Perú, en 1995.
“Ni un paso atrás” se escuchó por los altoparlantes del recinto militar. La frase hizo alusión a la posición ecuatoriana de no retroceder en el valle del Alto Cenepa. En la Tribuna de la Base se encontraba el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, y el Alto Mando Militar.
La ceremonia se realizó este viernes, pero la conmemoración de la Victoria del Cenepa y el Día de la Aviación de Combate es oficialmente el 10 de febrero de cada año. Esta fecha se recuerda el derribo de tres aeronaves peruanas durante el conflicto bélico.
En 1995, el entonces mayor Raúl Banderas y el capitán Carlos Uzcátegui derribaron dos aviones Sukhoi. Luego, la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) confirmó el derribo de un avión A-37 por parte del capitán Mauricio Mata.
Tras un estallido se escucharon sirenas y ruidos de ametralladoras. Una explosión controlada hizo referencia a los bombardeos que se vivieron en el Cenepa. “El 27 de enero de enero de 1995 siendo las 02:30, el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas declaró la alerta roja, la guerra era inevitable”, se escuchó nuevamente por el altoparlante.
De inmediato, se reprodujo el audio original en el que Banderas y Uzcátegui se comunicaron segundos antes de completar su operación aérea. El primer piloto estuvo en el acto. Dijo que es “emotivo” recordar lo vivido hace un cuarto de siglo. Ahora él es teniente general en servicio pasivo y fue comandante de la FAE.
El actual jefe militar de la Aviación, Mauricio Campuzano, tomó la palabra luego del desfile aéreo. “Ese sentir por la victoria no ha mermado. Al contrario, ha crecido por pertenecer a unas Fuerzas Armadas gloriosas y a un Ecuador vencedor”, dijo.
En su discurso también señaló la necesidad de observar “la normativa vigente y el respeto a la institucionalidad del Estado. Deben ser la guía permanente de nuestras acciones”. Además, pidió a los uniformados que no caigan en “tentaciones que riñen con la formación propia del soldado de honor.
El ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, cerró la ceremonia con palabras de felicitación hacia los aviadores de combate. Al final indicó que en su gestión están garantizados los recursos para mantener las operaciones. Muestra de esto, señaló, que ya compraron seis helicópteros Airbus y ocho aviones de entrenamiento alemanes.