Redacción Guayaquil
La producción de mango se recuperó este año. En la temporada de cosecha, que empieza los primeros días de octubre y se extiende hasta enero, se espera obtener entre 8 y 9 millones de cajas. Esto, frente a los 7 millones que se vendieron el año pasado.
Un mayor número de horas de sol, durante la etapa de floración, mejoró la productividad de las plantas. Además, el clima también redujo la presencia de hongos y plagas en los cultivos, a diferencia de la temporada 2008. Ese año, el frío y las lluvias redujeron la formación del fruto.
Aunque, debido a la crisis mundial, todavía las ventas no recuperan los niveles obtenidos en 2007, cuando se vendieron hasta 11 millones de cajas.
Estados Unidos continúa como primer destino de las exportaciones; representa el 75,9% de las ventas nacionales. Sin embargo, la entrada de la producción de mangos de Perú y de Brasil ocasionó el desplome en los precios de venta de la fruta.
Según Alberto Swett, uno de los principales exportadores del país, en las primeras semanas de octubre la caja se cotizaba en los mercados estadounidenses hasta en USD 12. La caída del precio internacional fue paulatina. En la última semana, la caja de la fruta se vendió en USD 2,50.
Las Mangas cultiva hace tres décadas
Matorrales de caña apuntalan a los árboles de mango cultivados, hace 30 años, en la hacienda Las Mangas, en el cantón Isidro Ayora, en Guayas.
El polvo del camino que conduce a la finca cubre el color rojizo de cada mango. La cosecha está en su mejor momento. Sorteando las ramas, los trabajadores trepan las escaleras para alcanzar los frutos.
Mario Quiñones, dueño de Las Mangas, dice que la mejor forma de producir es “dejar al árbol ser árbol”. El productor prefiere no podar las copas y dejarlos crecer en su tamaño natural (más de dos metros).
Quiñones tiene 30 años en el negocio del mango. Compró la finca para sembrar productos de ciclo corto, pero por la sequedad de la zona no obtuvo resultados. Luego, decidió empezar la aventura del mango.
“El cultivo copiamos a los americanos. Primero teníamos la variedad heyden. Por accidente tuve una mutación y salió una nueva variedad que ahora se llama edwards”.
La zona y el clima otra vez jugaron en su contra, pero siguió intentando y ahora tiene plantaciones con variedades de mango kent. “Hay árboles que han dado una tonelada cada uno (en un año). Están llenos de puntales porque se quiebran por el exceso de producción”.
Quiñones apostó a lo orgánico. Tiene un rebaño de más de 100 corderos, que se come la maleza y así no usa los herbicidas. Además, sembró leguminosas que son como una alfombra natural que favorece a la recuperación del suelo. Hace abono con los desechos orgánicos de unos 300 cerdos.
En Las Mangas hay 7 000 árboles repartidos en unas 30 hectáreas de producción. En promedio, en cada temporada de cosecha se obtienen entre ocho y nueve toneladas por hectárea. El mango debe aguantar hasta 20 días de viaje y por eso hay que saber qué tipo de fruto se escoge para cada mercado.
En estos días es frecuente ver transitar camiones en la hacienda. En el centro de acopio se embalan las cajas de cartón que van a EE.UU., Nueva Zelanda, Colombia y Venezuela.
Agrivicsa prioriza el manejo en finca
En hileras, hombres y mujeres rodean las parihuelas (mesones hechos con caña guadúa). Ahí se colocan los mangos para deslecharlos. El proceso consiste en cortarles el pedúnculo (rabito del mango) para extraer el látex y evitar que este dañe la piel de la fruta.
En el centro de acopio de la hacienda San Luis, de la compañía Agrícola Victoriosa SA (Agrivicsa), la carga y descarga de gavetas de mangos es intensa desde hace tres semanas.
La hacienda está en la vía Palestina-Vinces, en Guayas. Tiene 113 hectáreas en producción. De ellas, 95 están cultivadas con la variedad tommy atkins y el resto de kent.
Entre los más de 20 000 árboles se deslizan los trabajadores en busca del mejor mango. El color y el tamaño de cada fruto determinan su recolección.
Agrivicsa tiene 10 años comercializando en el mercado extranjero la marca Fresca. Desde octubre hasta la fecha, han exportado 12 contenedores de 5 280 cajas. Hasta enero, esperan completar los 70. El 90% va a Estados Unidos.
Felipe Cornejo, asesor agrícola de la empresa, dice que la calidad es lo básico para mantenerse en el mercador y la mejor forma de lograrlo es hacer un buen manejo del cultivo. La poda de árboles, un correcto uso de pesticidas y fertilizantes y una buena selección garantizan un buen producto.
Agrícola Victoriosa está en proceso de obtener la certificación Global Gap, de buenas prácticas agrícolas. Dentro de la hacienda se están colocando las señales, arreglando las oficinas y capacitando a los 170 trabajadores, como parte del proceso. Se espera obtener la certificación en 2010.
Cornejo explica que la calidad también se garantiza en las plantas procesadoras. El mango pasa por un proceso de hidrotermia, se sumerge en piscinas de agua caliente para controlar la mosca de la fruta. También hay controles de laboratorio que permiten un registro de cada lote cosechado.
“Un buen precio se logra por el color, el tamaño y sobre todo la trazabilidad (seguimiento de todo el proceso) de la fruta”.