Los agentes que investigan el caso revisaron mensajes de texto, correos y transacciones bancarias. Su conclusión fue que usaron los medios electrónicos de Estados Unidos para sobornar a funcionarios ecuatorianos. Foto: Archivo EL COMERCIO
Era el 31 de diciembre del 2015. En medio de las fiestas de Año Nuevo, Jhon Luzuriaga, exdirector de Riesgos del Instituto de Seguridad Social de la Policía Nacional (Isspol), dedicó unos minutos para redactar un mensaje: “Gracias por arreglar mi vida financiera y la de mi familia”.
La comunicación quedó grabada en su celular y hoy, miércoles 3 de marzo del 2021, es parte de las evidencias que están en poder de la Corte del Distrito Sur de Miami, en Estados Unidos, en donde se tramita una acusación en su contra por supuesto lavado de activos. Por esto está detenido.
El receptor del textos era Jorge Chérrez Miño, quien es buscado por la justicia estadounidense. Así lo señala el reporte de cargos del Departamento de Justicia de ese país. Según esta entidad, el empresario pagó al menos USD 2,6 millones en sobornos a funcionarios del Isspol, quienes a cambio le favorecieron para que obtuviera inversiones rentables por, al menos, USD 693 millones a través de diferentes mecanismos económicos, entre estos la compra de bonos de deuda interna ecuatoriana, inversión que la actual administración busca recuperar.
Los agentes que investigan el caso revisaron mensajes de texto, correos y transacciones bancarias. Su conclusión fue que ambos usaron los medios electrónicos de Estados Unidos para sobornar a funcionarios ecuatorianos y al mismo tiempo lavaron dinero producto de las coimas en el sistema financiero.
Las comunicaciones entre Luzuriaga y Chérrez se habrían extendido desde el 2014 hasta el 2019. Estos mensajes muestran el esquema ilícito que se habría empleado. El 12 de enero del 2018, por ejemplo, Luzuriaga mandó un mensaje que decía 47 908. Ese mismo día, Chérrez transfirió dinero
a una cuenta que fue identificada como ‘Portafolio JL‘.
Otra comunicación es del 14 de junio del 2018. Ese día el funcionario había enviado una hoja de cálculo por Whastapp, en donde se decía que había una deuda de USD 289 226 para ‘JL’. Un día después, ambos se encontraron físicamente en un banco. Allí, Chérrez habría firmado un cheque por US 189 226 a favor de Luzuriaga.
Sobornos se habrían pagado a través de bancos
Así, a lo largo de los últimos siete años, se habrían perfeccionado las formas de pago de sobornos. Según el Departamento de Justicia de los EE.UU., Luzuriaga usó las cuentas bancarias que abrió en Miami y las cuentas de sus familiares, en donde se habrían consignado pagos por USD 80 000, 20 000 y 189 000.
También se encontró tres empresas de Luzuriaga en ese Distrito, pero registradas a nombre de una persona cercana a Chérrez.
Otra forma de pago fue la entrega de una tarjeta de débito con la que podía sacar dinero cuando lo necesitaba. El 27 de febrero del 2019, por ejemplo, de la tarjeta de débito se retiraron USD 15 000 en efectivo.
Sobornos se pagaron a más exfuncionarios
Sobre los otros funcionarios que habrían sido sobornados, el Departamento de Justicia sólo menciona a uno de los dos antiguos directores del Isspol, quienes actualmente se encuentran imputados por supuesto peculado. El documento dice que el 19 de diciembre del 2017, el empresario pagó USD 114 164 a un tercer funcionario que aprobó las inversiones, pero lo hizo directo a través de una cuenta bancaria que pertenecía a uno de los antiguos del Isspol.
En el país, por este caso se encuentran imputadas cuatro personas: dos exdirectores, el exjefe de departamento de Inversiones y Jurídico.
Exministra reaccionó
La exministra de Gobierno, María Paula Romo, quien denunció ya en septiembre pasado supuestas irregularidades en las inversiones efectuadas con Chérrez reaccionó a las acciones emprendidas por las autoridades estadounidenses.
La exfuncionaria dijo “la justicia de Estados Unidos lo procesa por esta trama de corrupción. Quienes creyeron que su crimen quedaría impune se equivocaron. Aún por caer están autores, cómplices y encubridores”.