Veolia/Galileo se encargaron del manejo de los residuos peligrosos de la Refinería de Esmeraldas, desde el 2012. Foto: Petroecuador
La adjudicación de un contrato complementario, por parte de Petroecuador a Veolia Es Field Services, se analiza dentro de los procesos por presunto cohecho y delincuencia organizada.
El objetivo de este contrato (2015043) fue continuar con el trasvase, embalaje, almacenamiento, transporte y eliminación de residuos peligrosos de la Refinería de Esmeraldas.
El acuerdo fue firmado el 16 de septiembre del 2015 por Diego Tapia, exgerente de Refinación, y Glenda Meza, de Galileo Energy, contratista que fungió como representante de Veolia. El costo fijado fue de USD 15,5 millones sin IVA.
La Fiscalía estableció que Tapia se habría “aprovechado” de su autoridad para solicitar coimas a cambio de contratos, mientras se desempeñó como subgerente de Operaciones, desde marzo del 2012 hasta julio del 2015.
El 25 de junio del 2015, un mes antes de salir de la Subgerencia de Operaciones y asumir la gerencia de Refinación, Tapia dio el visto bueno a este tercer contrato complementario.
En memorando 0062-RREF-OPE-2015 dirigido al gerente de Refinación de ese entonces, Carlos Pareja Yannuzzelli, manifestó que se debe cumplir con la normativa ambiental y minimizar los riesgos inherentes al almacenamiento no controlado de los desechos.
Hace referencia a un oficio de la contratista en la que se establece que se debe gestionar el manejo de 1 924,32 toneladas de residuos.
En ese mismo documento aseguró que se cuenta con la aprobación de la fiscalizadora, Worley Parsons, a través de su subcontratada Tecnazul.
William Philips, accionista de Tecnazul, fue llamado a comparecer en el caso de cohecho, el 12 de diciembre del 2016 pero pidió cambio de fecha por sus compromisos profesionales. Tres días después fue cerrada la etapa de instrucción fiscal, por lo que su versión no consta en el juicio.
Veolia, mediante una carta de su procurador judicial en Ecuador, José Moreno, asegura que Galileo la estafó, pues suscribió los contratos a su nombre sin autorización legal.
Los directivos de Veolia han rechazado haber recibido algún pago de Petroecuador y aseguran que Galileo Energy la subcontrató. Su trabajo consistió, añaden, en el tratamiento y eliminación de más de 5 000 toneladas de desechos. Esto lo llevaron a su planta en Europa y por esto cobraron a Galileo 2,2 millones de euros.
Galileo por este servicio facturó USD 38,1 millones (sin IVA) mediante un contrato inicial y tres adicionales.
Según el fiscal que sigue el caso de delincuencia organizada, Franklin Bravo, Tapia habría conformado una red delictiva, cuyo fin era el cohecho y hasta el lavado de dinero.
Tapia, en su versión voluntaria, aclaró que mientras fue subgerente de Operaciones no llevaba procesos de contratación sino “exclusivamente” manejaba aspectos técnicos.
En su declaración, además, aceptó que el dinero (más de USD 100 000), que se halló escondido en su casa y en la papelería de su esposa fueron “donaciones” de sus jefes: “del exgerente general, Carlos Pareja (prófugo), a través de Arturo Escobar (también prófugo) y del mismo Ing. Álex Bravo (procesado por cohecho)”.
También reconoció que recibió dinero de contratistas. “Una compañía también me dio un poco de dinero, no recuerdo el monto ni la fecha…”.
Ramiro Román, abogado de Tapia, añadió que su cliente no suscribía contratos y que para recomendar la firma se necesitaba el visto de bueno de otras áreas. Además, indicó que ha insistido al fiscal para que se tome el testimonio ampliado de su cliente, pues “quiere hablar, pero no le dejan”.
Este Diario consultó la versión de los abogados de Pareja y Escobar sobre este caso, pero no contestaron vía telefónica.
Diego Velasco, abogado de Bravo, dijo que no se pronunciará.