Carlos Pareja Yannuzzelli es buscado por la Interpol (Policía internacional) por ser parte del entramado de millonarios sobornos en la estatal Petroecuador. Foto: EL COMERCIO
Su discurso anticorrupción era convincente. Escaló en el sector público hablando de “la honestidad como forma de vida” y diciendo que el sistema petrolero del país estaba corrompido.
Carlos Pareja Yannuzzelli pasó de ser el hombre que atacaba con ferocidad a quienes negociaban fuera de la ley y se enriquecían ilícitamente a ser blanco principal de esas mismas acusaciones. Ahora, es buscado por la Interpol (Policía internacional) por ser parte del entramado de millonarios sobornos en la estatal Petroecuador.
Sus más de 500 artículos en diario Expreso y su libro ‘Caso Occidental: Soberanía o sometimiento’ son prueba de su arremetida en contra de los hechos ilícitos y de las presiones que existen dentro de la industria petrolera. Quienes lo conocieron dicen que desde joven pensó igual. En su libro (2006) narra cómo lideró la caducidad del contrato con la petrolera Occidental (Oxy).
En el texto también menciona su estrecha relación con el presidente Rafael Correa, a quien conoció en el 2005 durante la administración de Alfredo Palacio. Ese año, Correa era ministro de Economía y Pareja estaba al frente de Petroecuador. De hecho, el prólogo de la obra de Yannuzzelli está escrito por el Primer Mandatario. En esas líneas, el Jefe de Estado afirma que tiene “el inmenso placer” de ser su amigo y menciona que los unía “la identidad de ideales” por buscar una “patria soberana”. Ahora, esa opinión ha cambiado. Correa lo llama “desleal”, era uno de sus hombres de confianza que manejó “centenas de millones de dólares”. Como ministro de Hidrocarburos lideró, junto con Álex Bravo, exgerente de Petroecuador, la repotenciación de la Refinería de Esmeraldas, obra que costó aproximadamente USD 1 200 millones. Actualmente, Pareja y Bravo afrontan procesos legales por cohecho, lavado de activos y enriquecimiento ilícito.
Este último delito se derivó del examen de la Contraloría sobre las declaraciones patrimoniales de Pareja, en el que se encontró inconsistencias e indicios de responsabilidad penal, pues no logró justificar una propiedad valorada en USD 700 000, en Samborondón, Guayas.
El inmueble fue incautado en octubre y los agentes que participaron en el operativo detallaron que la vivienda tenía acabados de lujo, con cristal, mármol y madera.
Todo lo contrario a la casa en la que vivía en los 80. Fernando Santos, exministro de Energía en el gobierno de León Febres Cordero, recuerda que una vez, Dora Avilés, esposa de Pareja, lo invitó a comer. “Era una casa modesta, de una planta y con los sillones forrados de plástico, vivía ajustado”.
Los 70 fueron otra época difícil para Pareja, acababa de graduarse de ingeniero químico y no tenía trabajo. Su primo en segundo grado, Jorge Pareja Cucalón, le consiguió su primer empleo en una empresa petrolera.
Luego hizo carrera en el sector público. Estuvo en la Dirección Nacional de Hidrocarburos, donde fue despedido por tres ocasiones, y en Petroecuador, donde también registró al menos ocho salidas.
Tenía problemas con sus superiores. En el gobierno de Palacio se negó a acatar órdenes del mismo Presidente. Así lo recuerda Iván Rodríguez, ministro de Energía de ese entonces. En el gobierno de Correa tuvo roces con Alberto Acosta, el primer ministro de Energía en 2007. “Nunca me generó confianza”, dice Acosta. Las diferencias se generaron porque Pareja quería explotar el campo ITT del Yasuní a cualquier precio.
Ahora Pareja está prófugo en EE.UU. y el Gobierno ha señalado que gestiona su extradición, mientras que la Fiscalía tiene abiertas 18 investigaciones por la red que operó en Petroecuador. En las indagaciones aparecen los nombres de un hijo, el primo, la hermana y la suegra de Yannuzzelli.