Entrevista a Mario Ruiz, director del Instituto Geofísico sobre la situación del volcán Cotopaxi. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Entrevista a Mario Ruiz, director del Instituto Geofísico, realizada en la noche del viernes 14 de agosto. Su punto de vista es que la prevención es una tarea importante.
¿Qué actividad presentó el Cotopaxi este viernes?
El volcán Cotopaxi ha venido mostrando anomalías desde mediados de abril y en los últimos días habíamos observado una tendencia a la disminución de la actividad, tanto sísmica como en las emisiones de gas, y en la tarde del jueves tuvimos indicio de un enjambre de sismos, que nos llamó la atención.
A las 04:02 y 04:07 (del viernes) hubo dos explosiones, que son relativamente pequeñas, en cuanto a la presión que ocasionan las ondas de la explosión en la atmósfera.
¿Qué tipo de explosión?
De acuerdo con un análisis de las muestras de ceniza, fueron de tipo freático, lo que quiere decir que la cantidad de calor en el interior hizo que se evaporice el agua y que se tenga un fenómeno casi como una olla de presión. Esta presión seguramente rompió una parte del tapón de rocas del conducto y produjo la salida de gas y ceniza; la ceniza es roca fracturada. De la muestra de la ceniza se determinó que no contiene roca “joven” o roca de magma sino roca de tapón. En el otro tipo de explosión (magmáticas) los fragmentos serían como la piedra pómez.
¿Hubo más explosiones?
El volcán reportó una emisión a las 10:27, a las 14: 30 y a las 15:35. También a las 13:46.
¿En qué se diferencia una emisión de una explosión?
En la explosión la ceniza sale violentamente mientras que la emisión sale como si se abriera despacio una válvula.
¿Se contabilizó cuánta ceniza cayó el viernes?
No tenemos cantidades de cuánta ceniza cayó; sin embargo sabemos que se formó una columna de vapor y ceniza de 8 km de altura; una parte viajó hacia al noroeste y otra se fue hacia el oriente.
¿Qué significa la emisión de ceniza?
La ceniza se produce porque hay fracturamiento en el interior del volcán. La ceniza es un indicativo de que hay una presión interna en el interior del conducto y son indicios de que hay magma que está empujando, creando estas presiones.
En Sangolquí se podía percibir olor a azufre…
El volcán emite, cuando entra en actividad, dióxido de azufre, y también anhídrido sulfhídrico. Estos gases a veces pueden ser percibidos así tengamos pequeñas cantidades, la mayor cantidad del gas se dispersa en la atmósfera.
¿Se puede decir que el volcán está en proceso de erupción?
Se puede hablar de que el volcán ya está presentando erupciones freáticas y que esto nos lleva a la posibilidad de tener erupciones magmáticas en un futuro de días, semanas, o pocos meses… en un futuro cercano.
¿Qué está pasando dentro del volcán?
Seguramente, tenemos una inyección de magma nuevo que es el que asciende adentro del volcán y que comienza a desestabilizar lo que está arriba; el agua subterránea comienza a calentarse y evaporarse y por eso sale. Empiezan a haber grandes chorros que sacan este material a la superficie. Lo que está tratando de hacer es abrir un conducto para que ascienda el magma.
¿El glaciar se afecta con estas explosiones?
Estaba ya siendo afectado y resquebrajado el hielo en su interior. Pero el glacial puede ser afectado en mayor medida por los flujos piroclásticos, que son como torrentes de rocas y arena caliente que bajan por los flancos de los cráteres a grandes velocidades y altas temperaturas.
¿Cuáles son los escenarios que tiene el Geofísico con el volcán Cotopaxi?
Son tres escenarios que nos hemos planteado: el primero, que la actividad del volcán vaya decayendo progresivamente; el segundo, que exista un incremento de la actividad y que este incremento pudiera ser rápido, y el tercer escenario es que se inicie un proceso eruptivo rápidamente.
¿En cuál estamos?
En el segundo escenario y quizás cerca o muy cerca de pasar al escenario tres.
¿Se preveía algo así?
Cuando dijimos que había una anomalía poníamos como posibilidad que tuviéramos un evento eruptivo, pero creíamos que el volcán iba a necesitar más trabajo para llegar a este evento. Los volcanes son sistemas complejos. En el caso del Cotopaxi en cuanto a gases y sismos teníamos un descenso en los días anteriores. Pero analizarlo no requiere de días anteriores sino semanas anteriores. En una perspectiva más amplia vemos que la actividad ha subido considerablemente, por eso era de esperarse que el volcán hiciera algo.
¿Qué decirle a la gente?
El volcán está en un proceso de reactivación que es muy probable que termine en una erupción magmática y la ciudadanía tiene que poner de su parte para, primero, evitar pánicos. Trabajar atenta y organizadamente y que no se dejen llevar por rumores, porque eso es contraproducente. Debe esperar la información oficial, los reportes.
¿Cada cuánto tiempo hay reportes?
Estamos mandamos ahora reportes cada dos horas.
¿Cómo saber de una alerta por la noche?
Vamos a triplicar el número de personas que monitorean en la noche.
En el caso de darse una erupción, ¿cuál es el tiempo de aviso?
En el caso de una erupción, lo que nos preocupa en parte es la ceniza, pero más importante es el descenso de lahares. Tenemos un sistema que nos va a dar una alerta para tener una reacción rápida, ordenada de la población movilizándose a un sitio seguro.
¿Cuánto tiempo se demoraría para avisar del descenso de lahares?
A los 12 minutos más o menos, y unos pocos minutos más tarde nosotros estamos comunicando hasta estar seguros de qué se trata.
¿Quién es?
Director del Instituto Geofísico. PhD en Ciencias Geológicas.