Alexandra Higgins, subsecretaria de Educación de la Zona 8, visitó la Unidad Vicente Rocafuerte, ayer, 12 de marzo del 2021. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO
Con un poema, el pequeño Randy resumió su año sin igual. “Mucho aprendimos de la unión y la humildad. Poco de números y letras, pero sí de la humanidad”, recitó frente al celular de sus padres. El video fue compartido por sus maestros de preparatoria de la Unidad Educativa Dr. Carlos Zevallos Menéndez, en Guayaquil.
Esa fue una de las actividades de cierre del ciclo escolar Costa-Galápagos, que estuvo marcado por el aprendizaje en casa, debido a la pandemia de covid-19. Las pantallas se convirtieron en el medio para las despedidas, las graduaciones virtuales y las ceremonias de culminación por Zoom esta última semana.
Según el cronograma del Ministerio de Educación, el jueves 11 de marzo del 2021 concluyeron las clases para alumnos que comenzaron este periodo en junio. En su mayoría, de planteles públicos.
El paso final es la revisión de los portafolios escolares, con las tareas desarrolladas bajo las instrucciones de los docentes. En la zona 8, que abarca los cantones Guayaquil, Durán y Samborondón, el plazo de entrega se extendió hasta el viernes 19.
Madres y padres se encargaron de llevar los portafolios a los planteles, donde se implementaron medidas de bioseguridad. En el Colegio Vicente
Rocafuerte, centro de Guayaquil, hay salones llenos de trabajos. Sobre las bancas resaltan coloridas portadas, con nombres y figuras. En el interior hay manualidades, tareas con materiales reciclados, dibujos…
“Hemos convertido los hogares en sitios de estudio. Hemos ayudado a los hijos en pintura, reciclaje, coreografías, exposiciones. Todo está plasmado en estos proyectos educativos”, dijo una madre de la Escuela José De la Cuadra, en Monte Sinaí.
La subsecretaria de Educación de la Zona 8, Alexandra Higgins, recalca que los portafolios son la prueba de que los alumnos trabajaron junto con sus maestros y padres. También es la forma de verificar que no han abandonado las clases.
Según registros del Ministerio de Educación, en el ciclo Costa se inscribieron 2 444 729 estudiantes. Casi el 80% está en el sistema público, mientras que el 17%, en el particular. Las autoridades educativas han indicado que no se puede tener un balance de la deserción escolar hasta que no finalice la revisión de los portafolios.
La falta de equipos y de conectividad en zonas rurales y urbanomarginales ha sido un obstáculo. Para dar acompañamiento en territorio, el Ministerio brindó el Servicio Educativo Extraordinario de Nivelación y Aceleración Pedagógica, que en la Costa incluyó a 4 035 estudiantes.
El maestro Óscar Andrade, por ejemplo, ha recorrido caminos vecinales para llegar a las comunidades más apartadas de Pedernales, en Manabí. Mientras que Diana Toaquiza realizó un seguimiento a los portafolios de algunos de sus estudiantes en alejados recintos de Guayas.
Para superar esta brecha en Guayaquil, el Ministerio y la Alcaldía suscribieron en esta semana un convenio para la entrega de credenciales de acceso a Internet. El plan beneficiará a 355 821 estudiantes, 15 291 docentes y 502 instituciones educativas.
Javier González, jefe de Servicios de Tecnología de Información del Cabildo, explica que los beneficiarios podrán conectarse a la red municipal por dos años, para navegar en páginas educativas y para conectarse por videollamadas para tutorías.
La alianza es una forma de garantizar el acceso a la educación en el nuevo año escolar, que arrancará el 7 de mayo. La subsecretaria Higgins explica que la posibilidad de regreso a las aulas es un tema que debe evaluarse. “Debemos esperar a fines de abril para conocer la situación, y la decisión dependerá del COE Nacional”.
En febrero, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional dispuso la suspensión de las ceremonias de graduación en los planteles, para evitar posibles contagios. Y solo autorizó hacerlas en otros espacios, cumpliendo con aforos y normas de bioseguridad.
Los centros públicos optaron por lo virtual. En casa, los jóvenes recibieron los birretes de sus padres.
152 354 estudiantes de tercero de Bachillerato recibieron sus títulos.
A Aslan aún le resta mucho para llegar a esa etapa. Por ahora está listo para ir a primer grado, como expresó en un video que compartió con sus compañeros de inicial 2 de la Escuela Coronel Luciano Coral.
Con la ayuda de mi mamá he desarrollado mis habilidades por medio de Zoom y WhatsApp -dijo en la despedida-. Estas manitos ya están listas para el siguiente vuelo”.
En contexto
Los estudiantes y sus padres han aprendido a desarrollar tareas e investigaciones y a guardar ‘evidencias’, para entregarlas periódicamente a sus profesores: en los centros públicos, en carpetas, de forma física; en los planteles privados, a través de WhatsApp y otras plataformas.