El poder de algunos líderes democráticos y no democráticos que gobiernan algunos países del mundo, creo que se les está yendo de la mano o, no se dan cuenta de lo que hacen.
El líder norcoreano Kim Jong-un, con sus exigencias de culto a la personalidad, refleja lo que el poder transforma y hace a los seres humanos: entes negativos para el desarrollo de sus comunidades. Hoy desafía al mundo declarando la guerra a los EEUU, solo son el afán de figurar entre sus gobernados como líder incomparable, con aires de general sobrenaturales.
El mundo actual debe marcar pasos sólidos hacia sus desarrollo en forma mancomunada y, no dejarse ilusionar con mensajes de políticos orates y perdidos en el mundo del poder ilimitado y negativo.
La designación del Papa Francisco, debe ser un mensaje para el mundo entero de que todos somos de carne y hueso, poseemos virtudes y debilidades, y como tales debemos mantener intocable nuestra autoestima, respeto a la vida, y a nuestros semejantes, con el ejemplo.
Las dinastías de siglos pasados deben eliminarse y pasar a la historia para un análisis profundo y no permitir que se repitan en los tiempos actuales por lo poco o nada que han aportado al bienestar de sus comunidades y naciones.