Para mantener la energía y el dinamismo del primer día, hay que arreglárselas para tomar decisiones de gran calidad a gran velocidad. Es algo fácil para las ‘start up’ y muy desafiante para las organizaciones grandes”.
Jeff Bezos
CEO de Amazon
La invasión de las empresas tecnológicas es una de las fuerzas que cambiarán el futuro de la economía mundial.
El tamaño que han alcanzado estas empresas y la velocidad con que otras vienen creciendo han cambiado el mapa mundial de los negocios y revela dos fenómenos.
Por un lado, las compañías tecnológicas desplazaron a las multinacionales tradicionales de los primeros lugares en las listas de las empresas más importantes del planeta. Y por otro, la innovación tecnológica está lanzando al mundo una camada de multimillonarios, muchos de ellos jóvenes, quienes logran levantar fortunas que a los empresarios de antaño les tomó una o varias generaciones.
Por décadas, las empresas líderes a nivel mundial eran las industrias enfocadas en la producción en serie a gran escala, aunque también estaban dedicadas a la extracción y al procesamiento de recursos naturales. Ese es el caso de firmas como Ford, General Electric, Exxon o Mobil.
Esa época mantuvo inmortalizados a pioneros como Henry Ford y Thomas Edison, quienes innovaron en el ámbito físico utilizando átomos, idearon formas novedosas de reorganizar estos átomos para crear cosas como la línea de ensamblaje y la bombilla incandescente. Luego, las compañías invirtieron enormes cantidades de capital para levantar fábricas, pagar a miles de trabajadores y construir estos productos.
La mayoría de las grandes compañías, por ejemplo IBM, General Electric, Walmart o Ford fueron construidas de esta manera y encabezaron las listas de las empresas más importantes del mundo.
Con el tiempo, las compañías dedicadas a las finanzas, las telecomunicaciones o a la ventas de productos al por menor ingresaron al ‘top ten’ de las empresas con mayor valor de mercado, explica Jeff Desjardins, fundador y editor de Visual Capitalist, un sitio web que ofrece contenido visual sobre negocios.
Hace un mes, Desjardins presentó el libro ‘Visualizing change: a data-driven snapshot of our world’ (Visualizando el cambio: una instantánea basada en datos de nuestro mundo), en el cual analiza las fuerzas que ahora dan forma a los negocios, la salud, la tecnología y la economía.
“Vivimos en un mundo de bytes y, por primera vez, la tecnología y el comercio han colisionado de una manera que hace que los datos sean mucho más valiosos que los objetos físicos y tangibles”. Desjardins añade que este cambio de paradigma ha hecho que en los últimos cinco años la lista de las mayores empresas que transan en bolsa haya cambiado radicalmente (ver gráfico).
En agosto pasado, el portal español Expansión publicó el ranking de las 100 empresas con mayor valor en el mercado de valores, con datos de la agencia Bloomberg hasta julio. En ese listado, 7 de las 10 firmas más valiosas pertenecían al sector tecnológico, el cual dominaba la clasificación, con la multinacional Apple a la cabeza.
Para finales de noviembre pasado, la fotografía apenas cambió en la punta de la élite empresarial, cuando Microsoft se convirtió en la empresa con mayor capitalización bursátil de Wall Street, desplazando a Apple al segundo lugar. Esto no había ocurrido desde mediados de 2010, cuando las dos empresas tenían un valor de alrededor de USD 226 000 millones, cerca de tres veces menos de su capitalización actual.
Hace más de una década, las compañías con mayor capitalización bursátil del mundo eran fundamentalmente las del sector energético. ExxonMobil encabezaba el ranking de los gigantes, seguido por General Electric, Microsoft y Citigroup. En la lista de las seis mayores había otras dos petroleras: British Petroleum y Royal Dutch Shell.
La radiografía actual es muy diferente. Apple, Amazon y Microsoft han reemplazado a las compañías tradicionales que fabrican cosas físicas.
Esta invasión tecnológica, dice Desjardins, está aprovechando la conectividad, los efectos de la red, la inteligencia artificial y una escala sin precedentes para crear plataformas globales con las que es casi imposible competir. “La invasión tecnológica ya se ha apoderado del comercio minorista y de la publicidad, y ahora las fuerzas invasoras tienen sus ojos puestos en la atención médica, las finanzas, la fabricación y la educación”.
Por eso tampoco sorprende que las marcas de estas compañías también sean las más valiosas en el mundo, según Interbrand Best Global Brands. En octubre pasado, esta consultora publicó la lista de las marcas más valiosas del mundo, donde Amazon escaló dos posiciones y se integró, junto a Apple y Google, al ‘top 3’ del ranking 2018.
Pero pese a que el mundo está obsesionado por la tecnología, no todas las empresas líderes son las que más venden. Solo hay que observar el dominio de Walmart, el rey de la lista Fortune 500.
En el 2015, Walmart registraba USD 482 000 millones en ingresos, más que Apple, Amazon y Microsoft juntos, según el ranking de la revista Fortune, que cada año publica el listado de las 500 empresas que más venden en el mundo.
Ese liderazgo lo mantuvo este año, con USD 500 343 millones de ingresos, casi el doble de lo que vendió Apple.
Mientras que los empresarios de Silicon Valley buscan industrias disruptivas, Walmart fue la primera en hacerlo con éxito, al punto de convertirse en el tercer empleador más grande del mundo, dijo dice Oliver Stanley en un artículo publicado por el portal Quartz en el 2016.
Pero Walmart está cambiando lentamente y viene impulsando el comercio en línea, ya que la competencia está llegando desde el sector tecnológico. Las ventas de Amazon están creciendo a un ritmo acelerado porque el futuro de las compras será ‘on line’, con bienes entregados a través de automóviles y drones automáticos.
El apalancamiento en la tecnología será clave en el futuro, no solo para mantenerse en los primeros lugares, sino para sobrevivir. No hay que olvidar a Kodak, la cuarta empresa más grande el mundo en la década de 1970, que quebró por no adaptarse a los cambios tecnológicos.