La hoja de ruta para aliviar el pago de la deuda permitirá acceso a financiamiento externo. En la foto a la izquierda, Eduardo Egas, presidente de Corpei, y Caterina Costa, presidenta de la CEE. Fotos: Archivo EL COMERCIO
Empresas, banca y exportadores anticipan que el plan de renegociación propuesto por el Gobierno a tenedores de bonos tendrá efectos positivos en su actividad.
El Ministerio de Finanzas anunció el lunes 6 de julio del 2020 que la reestructuración de la deuda permitirá ampliar los plazos de vencimiento de esos papeles hasta el 2040. Hoy, esos bonos vencen en el 2030.
También se reducirán los pagos anuales de capital. Por ejemplo, el servicio de la deuda en el 2021 baja de USD 1 593 millones a 76 millones.
La tasa de interés disminuye del 9,2 al 5,3% en promedio y el capital en USD 1 540 millones. Si esto se concreta, uno de los efectos será una reducción progresiva del riesgo país. Ese indicador disminuyó ayer y se ubicó en 2 760 puntos, 519 menos que la jornada previa al anuncio de Ecuador.
Un menor riesgo permite reducir el costo del financiamiento para el Estado, pero también para empresas, exportadores y bancos que buscan fondeo en el exterior.
Con ello, según Valeria Llerena, directora ejecutiva de la Red Financiera de Desarrollo, se abrirá la posibilidad de conseguir recursos extranjeros frescos desde la banca de inversión, que son las principales fuentes de fondeo del sector.
Y esto, a su vez, logra ampliar y abaratar el acceso a créditos en el país. Los gremios también esperan que, con ese alivio en los flujos del pago de deuda, el Fisco se enfoque en medidas que mejoren la productividad y las ventas de los negocios, y no en un alza de tributos.
Eso se traducirá en mayor certeza para las empresas, las cuales pueden concentrarse en generar empleo a través del levantamiento de negocios, dijo Francisco García, titular de la Cámara de la Pequeña Industria del Guayas.
Caterina Costa, presidenta del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE), cree que una herramienta que se puede potenciar es la Ley de Fomento a las Inversiones, que contiene incentivos para el sector productivo. Este instrumento -asegura- podría ayudar a mejorar la “delicada” situación actual del mercado laboral.
Con los recursos que se dejarán de destinar al pago de deuda, se podrá cumplir con el pago de atrasos, indicó ayer el ministro de Finanzas, Richard Martínez. Además, según el funcionario, se podrán cubrir los mayores gastos en el sector de salud que demanda la actual emergencia sanitaria y entregar bonos a los sectores más vulnerables. Y, además, impulsar la productividad.
Felipe Ribadeneira, presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), comentó que, con la liberalización de recursos del Fisco, por la renegociación de la deuda, ya se podría aplicar la devolución de tributos para el sector o ‘drawback’ que está vigente desde enero de este 2020, pero que no se concreta por falta de recursos. Pero, esto depende de la prioridad que quiera dar el Gobierno a los incentivos en materia de exportación.
Eduardo Egas, presidente de Corpei, cree que también se podría optar por bajar paulatinamente el ISD e invertir en promocionar las exportaciones y atraer la inversión extranjera.
Pero para José Hidalgo, director de la Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes), la renegociación debe ir acompañada de otras medidas, ya que si bien representa un alivio no soluciona todos los problemas fiscales. Entre ellas, ajuste al gasto. Una vez que pase la crisis, se podrían analizar medidas para buscar más ingresos, añade.
Crédito chino es ‘indispensable’
Petroecuador se apresta a finiquitar la venta de 50 millones de barriles de crudo, que viabilizará un crédito de USD 1 400 millones de China.
La estatal había emitido un informe negativo de la operación porque significará una pérdida de USD 119 millones, ya que las condiciones son menos favorables a las logradas en concursos efectuados este año. El ministro de Finanzas, Richard Martínez, señaló que es necesario tener una visión integral de la situación del país.
Y dijo que sin esa operación “el financiamiento del país no será viable”, pues en este momento no hay acceso al mercado ni posibilidad de lograr una tasa del 6% o 9 meses de gracia como se negocia con China. Si se emitieran bonos, la tasa sería del 40%.
Acuerdo hasta agosto, con FMI
Hasta agosto se podría tener un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que reemplace al acuerdo firmado en el 2019.
El Fisco esperaba USD 4 200 millones del multilateral, entre el 2019 y el 2021, pero en marzo el acuerdo se suspendió tras varios ajustes a las metas y luego de que el organismo identificara que se registraron errores de cálculo en varios indicadores. El país recibió tres desembolsos, por USD 1 400 millones.
Para el exministro Mauricio Pozo, el nuevo acuerdo podría ser de corto plazo. “Debería ser uno tipo ‘stand-by’, a 13 meses, porque este mandato está por terminar y no creo que se fijen metas para que las cumpla otro gobierno”. A menor plazo, menor monto, dijo Pozo.
Deuda interna se reestructurará
La deuda interna representa el 29% del total de compromisos del Estado. El ministro de Finanzas, Richard Martínez, dijo ayer que el Gobierno espera reestructurar estas obligaciones, que a mayo sumaron USD 16 853 millones.
La mayor parte de este monto corresponde a títulos del Estado en manos de la Seguridad Social y del Banco Central, señala Jaime Carrera, secretario del Observatorio de la Política Fiscal.
Él añade que la deuda con la Seguridad Social es poco transparente, pero suma al menos USD 8 000 millones.
Para José Hidalgo, director de Cordes, hay poco espacio para cambiar las condiciones de estos papeles, puesto que una reducción de tasas de interés perjudicaría los rendimientos del Seguro Social.
EL COMERCIO
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