Copenhague. Agencias
El compromiso político alcanzado por los jefes de Estado en la cumbre de Copenhague es “significativo” pero “insuficiente” y no será legalmente vinculante. Esa fue la sentencia del presidente estadounidense Barack Obama, quien dejó la reunión antes del voto final.
“No es suficiente para luchar contra la amenaza del cambio climático, pero es un primer paso importante”, declaró a la prensa el premio Nobel de la Paz, antes de abandonar la sede.
Según Obama, un acuerdo vinculante será “muy difícil” y necesitará tiempo.
Momentos antes, un alto funcionario estadounidense, que pidió el anonimato, adelantó que los dirigentes presentes en Copenhague habían alcanzado un acuerdo “significativo”.
Aseguró que el acuerdo se alcanzó después de que él se reuniera con los dirigentes de países emergentes como China, India, Brasil y Sudáfrica, y luego de conversar con los países europeos.
Un total de 26 naciones entre desarrolladas y en desarrollo acordaron limitar el calentamiento global en 2°C. Los expertos dicen que eso permitirá que se ahonden las alteraciones climáticas extremas.
Pero compromisos no serán cuantificados en el entendimiento de Copenhague: el acuerdo alcanzado prevé la postergación de este importante tema a enero de 2010.
Del texto del entendimiento se quitó la frase en la que se afirmaba que los países ricos se comprometen a reducir sus emisiones en un 80% en 2050 y los países en vías de desarrollo tomaron un compromiso de reducción del 50% en 2050.
Restan, en cambio, las cifras sobre ayudas económicas a los países más pobres y vulnerables tanto para el período de la “vía rápida” (2010-2012) como para las acciones a largo plazo para mitigar el cambio climático.
El presidente francés, Nicolás Sarkozy, anunció que la canciller alemana, Angela Merkel, se encargará de organizar una nueva ronda de negociaciones en Bonn (Alemania) “dentro de seis meses” para adelantar la negociación de cara a la próxima conferencia de la ONU sobre el clima, de México a fines de 2010.
Tras su participación, Obama y el primer ministro chino, Wen Jiabao, partieron de Copenhague anoche.