Unidad de Flagrancia de la Fiscalía del Guayas funcionará en las instalaciones del Albán Borja, en el norte de Guayaquil. Foto: Annabell Verdezoto.
Hasta la media noche de este domingo 24 de febrero de 2019, la Unidad de Flagrancia de la Fiscalía del Guayas funcionará en las instalaciones del Albán Borja, en el norte de Guayaquil.
A partir de este lunes 25 de febrero, los fiscales de flagrancia, la Defensoría Pública y los juzgados penales atenderán en la Unidad de Vigilancia Comunitaria (UVC) Modelo, ubicada en la avenida de Las Américas, también al norte de la ciudad.
El traslado de las entidades se da luego de la entrega de la UVC remodelada. Esas instalaciones cerraron en abril de 2016, debido a que el edificio presentó grietas tras el terremoto. Hace dos semanas, el presidente Lenín Moreno reinauguró el lugar. El costo de las reparaciones fue de aproximadamente USD 4 millones.
La Unidad de Flagracia registra un alto movimiento de usuarios. Por ejemplo, en 2018, de las 12 000 denuncias presentadas por robo en Guayaquil, 3 600 fueron por delito flagrante.
La mañana de este domingo, las dependencias del Albán Borja tenía poco mobiliario. Apenas y quedaron 30 sillas de espera, dos escritorios para los fiscales de turno y el departamento médico para las valoraciones.
Los muebles, impresoras y monitores fueron retirados el pasado viernes 22 de febrero por la noche. La sala lúdica, para la atención de los menores de edad mientras sus padres realizan diligencias, también fue desmantelada.
El Consejo de la Judicatura colocó carteles informativos en la entrada para advertir a la ciudadanía del cambio. En ese sitio solo quedará la Unidad Judicial Penal Norte.