Nuevo sistema de autentificación para licores, cervezas y cigarrillos

El Mercado Iñaquito es unos de los lugares de la capital donde se puede encontrar una gran variedad de licores. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
Desde abril pasado ya se comercializan cerveza, licores y cigarrillos sin el sello de Identificación, Marcación, Rastreo y Trazabilidad (Simar). Ahora hay nuevos sistemas de control.
La estampilla fiscal fue implementada en 2017 por el Servicio de Rentas Internas (SRI) para garantizar la procedencia del producto y el cumplimiento de las obligaciones tributarias. Sin embargo, fue eliminada con una resolución aprobada pocos días antes de que finalizara el Gobierno anterior.
Con la nueva normativa, vigente desde abril, cada empresa productora o importadora de licor, cerveza o cigarrillos debe seleccionar a su proveedor de marcación y trazabilidad, y pagar por el servicio. Antes, el SRI seleccionaba una sola empresa para todo el sistema y el Estado asumía los costos.
La empresa encargada de realizar la trazabilidad fiscal, desde 2017 hasta el mes pasado, fue la suiza Sicpa, cuyo negocio principal es la producción de tintas de seguridad para la impresión de billetes.
La Administración Tributaria emitió un listado de especificaciones técnicas que debían cumplir los ofertantes. Marisol Andrade, directora del SRI, señaló que la información detallada de los proveedores es reservada.
Los controles
Edwin Niquinga, trabajador de una licorería del sur de Quito, señaló que desde hace varias semanas han llegado los productos sin el sello Simar, y aunque le pareció un poco extrañó no se preocupó porque los distribuidores son legales y el dueño de la licorería no le ha dado ninguna indicación al respecto. Sin embargo, no está seguro de cómo se procederá ahora en los controles, ya que meses atrás la Policía e Intendencia llegaba y verificaba que todas las botellas tengan el sello Simar. Niquinga no sabe cómo serán estas inspecciones con la nueva normativa.
Esa misma es la preocupación de algunos expertos. Jorge Miñoso, especialista dominicano en administraciones tributarios, señaló que, con el cambio de modelo, las autoridades ecuatorianas no pueden verificar los niveles de producción e importación sin controlar al proveedor de marcación y trazabilidad fiscal.
Por su parte, la directora del SRI, Marisol Andrade, señaló que los controles de trazabilidad continúan . “Se han hecho inspecciones en planta para verificar que se cumpla con la normativa. No todos los productos llevan etiqueta (fiscal). Algunos tienen códigos o sellos más pequeños”. Esta es una etapa de transición y en los próximos meses se conocerán los diferentes distintivos de autentificación que hay en el mercado.
Felipe Cordovez, presidente de la Asociación de Importadores de Licores (AIL), señaló que las tres asociaciones de importadores de bebidas alcohólicas, Aprodilec, Adile y AIL, se juntaron para tener un sistema común. Actualmente, las botellas no tienen un timbre fiscal, pero sí tienen un sistema de trazabilidad enlazado al número de lote de la botella, dijo. Además, agregó, que en los próximo meses implementarán un sello. El proceso está en la etapa piloto.
La empresa Sicpa informó que tras el cambio de normativa decidió no participar en el nuevo modelo de trazabilidad en Ecuador.
“El hecho de que se comercialicen simultáneamente productos con diferentes etiquetas, o simplemente no marcados, como conocemos es el caso actualmente, pudiera generar impactos en el ámbito sanitario con dificultades para detectar productos adulterados o de dudosa procedencia”, señaló Paola Cobo, gerente de Sicpa.
La empresa estaba a cargo de dos sistemas de trazabilidad fiscal en el país: el Sigvef (Sistema de Gestión y Verificación de Etiquetas Fiscales), a cargo del Senae, y el Simar, a cargo del SRI.