La Catedral de la Inmaculada Concepción de Cuenca se convirtió en un espacio de recogimiento tras la muerte del papa Francisco, ocurrida el 21 de abril de 2025.
En uno de los altares se exhibe una casulla tejida elaborado con la técnica del ikat.
Esta prenda sagrada fue usada por el papa Francisco durante su visita apostólica al Ecuador en 2015, y fue confeccionada por la artesana Carmen Orellana Rodas, oriunda del cantón Gualaceo.
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El ikat cuencano entregado a Francisco
El ikat andino es una técnica de tejido ancestral que consiste en teñir los hilos antes de tejerlos para crear patrones únicos.
Carmen Orellana, con una larga experiencia en la artesanía textil, trabajó para entregar una casulla digna del primer papa latinoamericano. “Cada hilo llevaba una oración”, relató entonces.
Junto a la casulla se exhiben también la mitra y la estola que el papa Francisco usó en Ecuador.
En el mismo altar, una imagen de la Sagrada Familia -bendecida por el Pontífice en Roma. “Recen por la familia, cuiden a la familia, defiendan a la familia”, pidió el papa Francisco al bendecir una imagen cuencana.
Legado del Papa Francisco
La Arquidiócesis de Cuenca expresó su “profundo pesar” por la partida del Papa Francisco.
Marcos Pérez, arzobispo de Cuenca, lo recordó como un guía espiritual comprometido con los pobres, la ecología, la paz y los derechos humanos.
“En 2015, se conmovió con la fe de los ecuatorianos”, afirmó. En 2024, el arzobispo le entregó artesanías cuencanas en Roma, como símbolo de cercanía.