Radares fijos en la vía Montecristi – La Pila y Montecristi – Portoviejo. Foto: Patricio Ramos/ El Comercio
Circular a una velocidad sobre los 50 kilómetros por hora permitidos en zonas urbanas y los 90 kilómetros por hora en carreteras sigue siendo una constante en Manabí.
A pesar que existen radares fijos en las vías que conducen a Guayaquil y Quito, “los choferes aún no hacen conciencia que viajar a altas velocidades marca la diferencia entre la seguridad e inseguridad”, comentó Danilo Freire, jefe de la Policía de Tránsito de Manabí.
Los 14 radares fijos, que funcionan con la ayuda de paneles solares, son ayudas de tránsito ubicadas en las vías hacia el norte y sur de Manabí, pero en muchas ocasiones “no son tomados en cuenta por conductores para que sepan que deben respetar las normas de velocidad”, asegura Freire.
Algunos radares fijos fueron reparados luego de que sufrieron daños hace seis meses. Ahora ya están activos. “Nos hemos percatado, por ejemplo que en la carretera Jipijapa-La Cadena (sureste de Manabí) los conductores sobrepasan con facilidad los 100 kilómetros por hora.
Por ello vamos desde la presente semana a realizar operativos de control de velocidad y utilizaremos un fotoradar”.
En el tramo Montecristi-Jipijapa-La Cadena hay 10 radares fijos. Rafael Mero tiene su taller de soldadura en el kilómetro 1 de la vía Montecristi-Jipijapa.
“Estamos en plena zona urbana. Según las leyes de tránsito la velocidad máxima debería ser 50 km por hora, pero los conductores manejan sobre esos límites”.
A la salida de Montecristi (sitio urbano) están ubicados dos radares fijos. Ambos medidores de velocidad fueron instalados en zonas de curva. Por esos lugares los vehículos van a velocidades entre los 60 a 90 kilómetros por hora.
El conductor Arcentales manejaba el pasado fin de semana un moderno auto 4X4 en la vía de ingreso de Montecirsti. “Es del año 2013 el carro”, comentaba.
Cuando varios agentes policiales le preguntaban por qué superó los 120 kilómetros por hora en una zona donde se debe circular a 90 dio su explicación: “Fue un caso inconsciente. Estos autos modernos se prestan para correr, no es correcto, pero tomaré en cuenta a los radares fijos para no rebasar los límites de velocidad”.
Para Freire, es lamentable que los conductores tengan que ser citados y en algunos casos sancionados con multas y hasta la pérdida de los puntos de la licencia para hacer conciencia que no se deben exceder los límites de velocidad. Los controles con dos radares fijos son continuos en las vías que llegan hasta Portoviejo y Manta, en donde viven más de 500 000 personas, la mitad de la población de Manabí.
La vía Puerto-Aeropuerto y la Manta-Rocafuerte que están en Manta tiene un alto índice de accidentabilidad. Según datos de la Policía, en lo que van del año fueron sancionadas 129 personas y se han registrado 24 muertos en el área de influencia de los cantones Manta, Montecristi y Jaramijó.
Cómo estrategias a corto plazo para frenar a los conductores rápidos, la Policía sugiere ubicar en esas vías tres radares fijos y además incrementar los controles de velocidad con fotoradares.