San Cayetano (Chone) fue construido para los damnificados del terremoto. Foto: Juan Carlos Pérez para EL COMERCIO
El presupuesto del Ministerio de Desarrollo Urbano Vivienda (Miduvi) creció en un 490% para este año, en comparación con el 2018.
Casi la totalidad de los recursos (un 95%) se destinará a la construcción y subvención de vivienda, y se cubrirán las tasas preferenciales de los créditos que otorguen las entidades financieras privadas a quienes accedan al programa Casa Para Todos. Es decir, se usarán USD 531,90 millones.
Xavier Torres, titular del Miduvi, explicó que el incremento del presupuesto se debe al plan de gestión que presentaron al Ejecutivo; en este se incluyó la cantidad de viviendas que se entregarán en los próximos tres años, con su respectivo costo de edificación.
“Antes no había una planificación de lo que se iba a construir. Ahora el Estado asume esa responsabilidad y se van a financiar las viviendas”. La prioridad es cumplir con la inversión proyectada.
Para este año se tiene previsto construir y entregar 81 860 viviendas sociales en el país, para cumplir con una parte de las 221 000 casas planificadas por el Gobierno.
La urbanización La Dolorosa (Antonio Ante) fue inaugurada por el presidente Lenín Moreno. Foto: Álvaro Pineda para EL COMERCIO
Esa meta difiere con las 300 000 ofrecidas inicialmente por el Primer Mandatario. Este cambio, justifica Torres, se dio porque “se sinceró” la real situación económica que actualmente vive el país.
De los proyectos en marcha, en este mes se entregaron 1 401 unidades del plan Casa Para Todos, en nueve provincias. Para febrero se prevé adjudicar 471 más. Cada vivienda social está valorada entre USD 40 000 y 70 000.
Según Torres, en el plan están contemplados los proyectos por edificar y las casas construidas anteriormente; para estas últimas ya seleccionaron a los beneficiarios, aunque no precisó cifras.
El Miduvi, agregó Torres, identificó una mayor cantidad de déficit habitacional, principalmente en la Amazonía y en provincias como Esmeraldas, Guayas, Los Ríos y Manabí. Esa Cartera no cuenta aún con la cifra actualizada de la necesidad de vivienda en el país.
Uno de los conjuntos con viviendas pendientes por adjudicar está en Pujilí (Cotopaxi). Allí se otorgaron 69 de 156 casas edificadas en un terreno entregado por el Municipio.
José Chacha habita en una de ellas con su esposa y tres hijos. Hace dos meses llegó de Zumbahua. “Me llamaron por teléfono las autoridades para que viniera y cuando llegué fue una gran sorpresa. Me dijeron que una de las casas era mía, fue como sacarnos la lotería”.
Patricia Aguirre, coordinadora Zonal 3 del Miduvi, confirmó que el proceso de selección para escoger más beneficiarios aún sigue pendiente.
En otros conjuntos, como el San Cayetano de Chone (Manabí), todas las 352 casas ya tienen propietarios. Esta urbanización se creó para acoger a los damnificados del terremoto del 2016 y a los afectados del invierno de los últimos años. Se invirtieron USD 7,7 millones.
La construcción se inició en octubre del 2016 y las viviendas fueron habitadas a fines de noviembre del 2018. Sin embargo, algunas presentan problemas en su infraestructura, dicen los moradores.
Socorro Risco, de 66 años, fue una de las primeras en mudarse. Ella vive con su hija Rose, de 30 años, quien padece una discapacidad intelectual. Ambas habitaban en un asentamiento que se destruyó con las lluvias de hace seis años.
Risco está feliz en su casa nueva, aunque volvió a vivir los estragos de las lluvias de enero. Su casa se inundó porque el agua se filtra por las ventanas. Esta semana le dijeron que los contratistas harán una inspección de los daños.
Jaime Moreira, otro morador de San Cayetano, afirmó que el problema de las ventanas tiene solución, pero que hay otros más importantes como el cobro de los servicios básicos. En diciembre pagó USD 52,76 por la planilla de luz. “Ganamos a veces menos de USD 7 al día”.
Otro proyecto entregado en su totalidad a los beneficiarios está en Atuntaqui (Imbabura). El plan habitacional La Dolorosa se edificó en 19 295 m² y tiene 97 viviendas.
En las zonas comunales juegan niños como Kimberly, de 6 años. Su madre contó que la discapacidad de su hija les permitió acceder a la misión Casa para Todos de forma gratuita.
Celiano Herrera, otro beneficiario, dijo que paga USD 84 por la luz y agua.
El titular del Miduvi detalló que en la asignación para el plan Casa Para Todos se incluyen recursos para otorgar cuatro tipos de incentivos económicos de vivienda: ampliación, obras de agua y saneamiento, las titulaciones del suelo y para reparar daños causados por desastres naturales.
El resto del 5% del presupuesto anual se utilizará para el pago de deudas del Miduvi con otras entidades estatales. Además, para gasto corriente, como el pago de salarios de los 733 empleados que tiene este Ministerio, y para los planes más pequeños.