Dos casas de caña, levantadas sobre el estero Salado y que estaban deshabitadas, fueron derribadas ayer por miembros de la Armada.
La Dirección Nacional de Espacios Acuáticos (Dirnea) ordenó el operativo. Su director, Jaime Ayala, explicó que no se trató de un desalojo. “Es parte de un proceso para evitar que se siga construyendo sobre el estero”.
fakeFCKRemoveDijo que las casas derribadas no estaban construidas completamente. “Estamos respetando las viviendas terminadas”.
El operativo se cumplió en el sur de Guayaquil, en el sector de Las Malvinas, cooperativa Esmeraldas Chiquito. Eso, a unos 200 metros del lugar donde a fines del año pasado se registró un incendió que afectó a 105 familias.
Según Ayala, este fue el inicio de un proceso de control para evitar que sigan proliferando las construcciones ilegales y que se siga estrechando y contaminando el estero Salado.
Suman casi 100 las casas que se han levantado en los últimos meses. Todas serán derribadas. Las edificaciones siguen, pese a que el Municipio puso límites para impedir más invasiones.
Carlos Salmon, director de Terrenos, explicó que se realizó una inspección para definir las zonas que serán legalizadas. “Los nuevos rellenos que aparezcan en las orillas no serán beneficiados dentro del plan”.
Para Luis Gómez, presidente de la Confederación de Barrios del Ecuador, el Municipio debe actuar con sindéresis. Primero, tiene que ver cuántas familias deben ser reubicadas e indemnizadas, para luego buscar los sitios para construir las casas.
“Son miles de familias que habitan sobre las riberas. Entonces, no es posible que primero se derriben sus casas y después buscar los sitios para reubicarlas”.
Los afectados no tienen legalizados sus terrenos”.El operativo fue dirigido por Diego Rodríguez, jefe del Departamento de Costas de la Dirnea. desde una embarcación. También participaron funcionarios del Departamento de Justicia y Vigilancia del Municipio.
Con la ayuda del remolcador Altar, al que se amarraron gruesos cabos, se desbarataron las dos viviendas de caña que habían sido levantadas en los últimos días. Una tercera casa, a la cual le faltaba una pared íntegra y el techo, no fue derribada.
En esa endeble vivienda permanecían una pareja y un niño. La casa estaba amarrada a otra levantada junto a la orilla.
La presencia del remolcador, de cuatros embarcaciones y de miembros de la Capitanía generó curiosidad y preocupación entre quienes viven en el sector.
El pasado 27 de abril, el presidente Rafael Correa recorrió el estero y anticipó la reubicación de quienes viven en las orillas. También invitó al Municipio a trabajar en conjunto para reubicar a todas esas personas.