Manuel Romero abrió el Café Indera que ofrece café molido, bocadillos y otros dulces. Foto: Lilia Arias/EL COMERCIO
Lilia Arias. Redactora (I) larias@elcomercio.com
Almacenes de ropa, calzado y bisutería, comida rápida… están entre los principales emprendimientos abiertos en la capital lojana, en los últimos cinco años. Los emigrantes que retornaron desde España o los nuevos profesionales son los principales inversionistas.
Ellos dinamizan la economía de Loja, que hoy (18 de noviembre) cumple 194 años de independencia. Aunque no hay cifras del número de emprendimientos, el Municipio ayudó este año a 1 200 personas que abrieron restaurantes o almacenes. Ellos fueron capacitados en contabilidad y administración. Hace tres años solo hubo 220 interesados.
En el local Café Indera, ubicado en el centro de la ciudad, se ofrece café molido, bocadillos, bizcochuelos, roscones, pan hornado en leña… Hace cinco años, Manuel Romero empezó con la venta de café molido, porque no tenía opción de conseguir un empleo. Por ello, optó por este negocio aprovechando los cafetales de sus abuelos.
Desde finales del 2013, su local dio un giro y también ofrece bocadillos en forma de caramelos, que compra a otros microempresarios. Para Romero, la constancia y ofrecer nuevos productos le permitió mantenerse en el mercado.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), 64 630 personas laboran por cuenta propia en la capital lojana. El 85% lo hace en pequeños negocios.
La lojana María del Pilar Jaramillo y su esposo Aldo Reyes instalaron una tienda donde ofrecen vinos de café y frutas en el centro de Loja. Este emprendimiento tiene ocho meses y vende la producción de la fábrica que se instaló hace dos años en Vilcabamba.
La inversión de Vinos del Sur bordea los USD 140 000, que sirvieron para equipos e insumos para la preparación de los vinos. Estos lojanos migraron hace 13 años a España y con sus ahorros y un crédito instalaron este negocio familiar.
Las universidades Nacional y Técnica Particular de Loja apoyan al emprendedor. En este último funciona el Centro de Emprendimiento que impulsa 15 iniciativas de estudiantes y profesionales, las cuales ya están funcionando.
Estos negocios ofertan desde productos alimenticios hasta caricaturas en la web. Por ejemplo, la empresa Kradac vende sistemas informáticos y cuenta con un capital de USD 30 000. Venden taxímetros, prótesis mecánicas, sistemas de rastreo satelital, robots a escala y, actualmente, trabajan en la tarjeta electrónica para el Sistema Municipal de Estacionamiento Rotativo de Loja.
Para el rector de la Universidad Técnica Particular de Loja, José Barbosa, la capacitación es fundamental para que los emprendimientos se sostengan en el tiempo y generen desarrollo. “Desde la cátedra se buscan alternativas para fortalecer las ideas que luego de un tiempo se convierten en empresas económicamente activas”.
La directora de Gestión Económica del Municipio, María Elena Bravo, está de acuerdo con Barbosa. Según ella, desde enero funcionará la Bolsa de Empleo para recopilar el número de emprendimientos y calificar al personal para que puedan ser contratados.
Bravo agrega que Loja por estar ubicada geográficamente distante de las grandes ciudades como Quito y Guayaquil no hay un crecimiento industrial. “Por ello, apuesta a potenciar los pequeños emprendimientos y al turismo”.
Para María Ester Ordóñez, quien tiene un pequeño local de confección de ropa para adultos y niños (D&D Intex), es difícil crecer en una ciudad que está distante de las grandes industrias. Desde el 2009 oferta sus productos a clientes de Loja y Zamora. “El éxito de su negocio es entregar a sus clientes nuevos modelos y calidad de costura”.