Tres vehículos cayeron a la hondonada de ocho metros de profundidad luego del derrumbe. Foto: Cortesía.
Una cerca de plástico de color negro impide observar el daño que causó el derrumbe de un muro de contención y el hundimiento de una parte del estacionamiento de los condominios Amazonas, localizado al oriente del cantón Ambato, en la provincia de Tungurahua. La emergencia ocurrió la madrugada del viernes 11 de noviembre del 2016.
Tres vehículos que cayeron a la hondonada de ocho metros de profundidad permanecen en el mismo lugar. Presentan hundimientos en varias partes de la carrocería y permanecen cubiertos con plásticos en el patio de la casa colindante en donde días atrás se hiciera una excavación para la edificación de una bodega.
La Comisaría de Construcciones del Municipio de Ambato, clausuró la obra luego de una inspección. En las grandes puertas metálicas de color plomo se pegó el sello del cierre provisional. A pesar de eso, un grupo de trabajadores limpia la zona e inició las excavaciones para la edificación del muro de contención.
El objetivo es evitar más deslizamientos que pongan en peligro una de las tres torres de departamentos multifamiliares localizados en la avenida Bolivariana y Seymur. Luis Angulo, hace dos años, alquila uno de los departamentos del condominio Amazonas.
Recordó que al desplomarse el muro de contención el edificio tembló. Pensó que era un sismo y que por eso salió corriendo.
Vive en uno de los apartamentos del primer bloque. “Estamos asustados por lo ocurrido, porque están en peligro nuestras viviendas. Además, la cerca plástica no es garantía que pueda seguir deslizándose el terreno”.
La noche del viernes hubo una sesión de los habitantes del bloque 1 de los condominios. Allí les explicaron que se cubrirán todos los daños ocasionados por el derrumbe. Néstor Machado vive en esta torre. Contó que a pesar que los trabajos para la construcción del muro se ejecutan, no ofrece garantías de que pueda ocurrir un nuevo deslizamiento. “Esperamos que el muro se construya pronto, porque para los niños que juegan es un peligro y para los edificios”.