Expuso su vida sin pensarlo. Todo acontecía como cualquiera de las madrugadas en que salía de su trabajo. De pronto las llamas y el grito desesperado de auxilio llamaron la atención de Geovanny Bastidas, de 25 años.
Por impulso, decidió trepar el cerramiento y llegar hasta el techo de la casa de dos plantas. Al descender al baño encontró a cinco personas desmayadas en medio del humo. Sacó en peso a una niña y una joven hasta que llegó la ayuda de los bomberos.
Se siente como pez en el agua. En el área de huertos orgánicos de la Dirección de Productividad y Desarrollo de la Prefectura del Guayas pasa gran parte de su horario laboral, en medio de plantas de todo tipo.
Es el mejor reconocimiento que le dejó a Geovanny Bastidas Santana, 26 años, su acto heroico al meterse, sin medir las consecuencias, a una casa en llamas.
Ocurrió la madrugada del 15 de mayo del 2013, el día del cumpleaños de su hija Paula (entonces de 2 años). Salía de su trabajo como mesero en el restaurante Mi Colombia, en La Alborada cuando se encontró con un incendio .
El resto de la historia es ampliamente conocida. Cuando vio la desesperación de los familiares de cinco personas que estaban atrapadas en la vivienda en llamas, sin pensarlo, trepó hasta el techo, lo rompió a patadas e ingresó.
Cargó en peso a una pequeña, que estaba ensangrentada, y luego a una joven a las que sacó apoyado por una escalera que facilitaron vecinos. Al tratar de sacar a una tercera persona desmayada, por la cantidad de humo llegaron los bomberos.
“La única opción que había era sacarlos por el mismo sitio ya que el resto de la casa estaba cubierta en llamas. En un momento por el humo no podía ni hablar. Pero mi deseo, con la ayuda de Dios, fue poder ayudar a estas personas”, cuenta emotivo.
Por su gesto le llovieron ofrecimientos. Pero el que se concretó de inmediato surgió del prefecto Jimmy Jairala. Se encontraron en un set de TV y a las tres horas tenía un empleo que le cayó como anillo al dedo.
Cuando salió de su natal recinto Procel (Pedro Carbo), donde trabajaba en el campo con su padre, su intención fue estudiar ingeniería agronómica pues se graduó en un colegio agroforestal. Pero debió elegir entre estudiar o trabajar.
En la Prefectura da asesoramiento técnico sobre huertos familiares. También producen hortalizas que luego donan a fundaciones. Este trabajo le permite al ‘Héroe de La Alborada’ pasar más tiempo con su esposa Flor y su hija Paula.
Hoy forma parte de una lista de 145 personas que serán reconocidas como Héroes Nacionales.