El estrepitoso ruido despertó a Carmelina Espinosa. Eran las 02:00 del domingo cuando la mujer que apenas estaba adormitada tuvo un susto tremendo.
La pared posterior de su vivienda se desplomó y la cubierta cayó sobre las cinco personas que pernoctaban en el sitio. Afortunadamente no hubo heridos. El incidente ocurrió en la comunidad de La Loma, en la parroquia La Concepción, en Mira (Carchi).
Cubiertos por el polvo y con los nervios alterados, de inmediato la familia Torres Espinosa salió a golpear las casas de sus vecinos para que los ayudaran. En medio de la lluvia recibieron el apoyo.
“Fue como una pesadilla. Hasta ahora no puedo creerlo, peor logré dormir”, cuenta Nelson Torres, de 64 años. Mira su casa con tristeza e impotencia. Afirma que dejó la agricultura para laborar como jornalero, pues no dispone de una parcela.
Ellos se refugian en la casa de su hija Amparito, en la misma comunidad carchense. La misma desgracia sufrió Luis Pomo. Un lado de su casa construida con adobe se cayó. “La casa de mi hermana también está partida. Estoy muy preocupado”.
Los techos de las casas de las 63 familias están deteriorados. Hay filtraciones de agua y las cubiertas empiezan a desprenderse. Las jefas de hogar colocan lavacaras, ollas o baldes para recolectar el agua que cae por los huecos del tejado. “Hay goteras en toda la casa. Ya me duelen los brazos de tanta agua que boto”, se queja Cita Santacruz.
En la memoria de Napoleón Aguas, un comunero de 60 años, no hay recuerdos de una temporada invernal tan fuerte como esta. “Nunca hemos tenido este problema de que las casas se cayeran”. Además de su vivienda, también están afectados sus cultivos, los cuales se perdieron. Explica que el cultivo de morocho y las matas de plátano fueron arrasados por la lluvia.
La única ocasión en la que hubo pérdida de casas fue hace más de una década, dice el campesino. Un temblor aniquiló un porcentaje de las construcciones. “Los patios y las paredes están cuarteadas por la fuerza de la lluvia. No se diga las vías de acceso, es imposible transitar”, afirma Zulema Oñate.
Pero no solo en La Loma hay problemas. En el resto de comunidades rurales de Mira como El Empedradillo también hay secuelas. El puente que conecta Cabuyal con Santa Ana está a punto de colapsar. La furia del río Santiaguillo arrasó con la mesa de la infraestructura. Además 2 000 hectáreas de fréjol y maíz están afectadas.
En cambio, en Mascarilla y en la vía Mira-Juan Montalvo hubo derrumbes del talud. La quebrada de Mascarilla se inundó por la falta de un muro de contención. “En el sector de San Isidro, a la altura de la quebrada de Preñadillas hay derrumbes constantes. Me preocupa porque desde aquí se abastece de agua el cantón Mira”, señala Marco Manosalvas, director de Obras Públicas del Municipio de Mira. Dos kilómetros de la red necesitan reparación urgente.
Fausto Ruiz, alcalde del cantón, recorrió las zonas afectadas y ayer solicitó que se declarara el estado de emergencia en la zona, debido a que los sectores productivo, vial y la construcción están perjudicados con las lluvias.
En el tema de vivienda dijo que no habrá reubicación pero sí reparación de las cubiertas. “Los USD 35 000 que íbamos a destinar para dotarles de baterías sanitarias los invertiremos en la reconstrucción de las cubiertas”.
Los materiales tradicionales como las tejas serán reemplazados por eternit. La Junta Parroquial de La Concepción también destinará recursos para solventar la emergencia.
Efrén Benavides, gobernador del Carchi, presentó un informe de los daños causados en la provincia para solicitar ayuda a las autoridades nacionales.
Por ahora, los comuneros mantienen la esperanza de recuperar sus casas. Carmelina Espinosa toma agua de valeriana para calmar sus nervios.
El clima de Colombia influye
Según el técnico del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología, Hernán Parreno, ahora estamos en un período lluvioso en la región Interandina.
Hay períodos típicos de lluvia desde octubre hasta noviembre y de marzo a abril. En enero y diciembre disminuyen las precipitaciones en condiciones normales, pero eso no significa que va a dejar de llover.
Además, el mal tiempo que soporta la provincia de Carchi se debe a la influencia climática de Colombia, que ha experimentado inundaciones.
Según el X Foro de Perspectivas Climáticas para el Oeste de Sudamérica, de noviembre a enero del siguiente año se estima que habrá mayores probabilidades de lluvia por encima de lo normal en la zona norte y occidental de Colombia, región interandina de Ecuador, mayor parte de Perú, llanos orientales de Bolivia y altiplano norte y zona austral de Chile.
Este foro se realizó en noviembre último en Quito,
Esta información fue proporcionada por las 315 estaciones de los Servicios Meteorológicos de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Chile, junto a los pronósticos oceanográficos y atmosféricos a escala global.