Un ‘Mr. Blue Sky’ (Don Cielo Azul) -como suena la canción de Electric Light Orchestra- cobijó ayer a Quito y a varias localidades de la Serranía, en las primeras horas del feriado de cinco días en el país.
Quienes se quedaron en la capital y los que salieron a aprovechar la oferta turística de las provincias disfrutaron del sol en horas de la mañana, para viajar, hacer deporte, pasear a las mascotas o acudir a las piscinas cercanas.
Una de las más tradicionales, El Tingo, en el valle de Los Chillos, volvió a abrir sus puertas ayer después de permanecer cerrada más de un año por la pandemia del covid-19.
Los clavados, risas, competencias de nado entre familiares y la música volvieron al complejo turístico.
María Shugli llegó a las 09:00 con nueve familiares, desde Calderón, para disfrutar en familia. Sus hijas, yernos y nietos de deleitaban en la piscina, mientras ella descansaba a la sombra. “El sol nos ha acompañado hoy y aprovechamos para que los niños se diviertan”.
Durante la semana previa al feriado, la Administración Zonal Los Chillos trabajó en dejar listo el complejo para su reapertura, dijo Carlos Terán, jefe de Comunicación de la zona.
Por normas de bioseguridad, los toboganes no están operativos, pero ese no fue un impedimento para que los más pequeños se diviertan en las piscinas, la áreas verdes y los juegos infantiles. En los espacios se observó, especialmente, a grupos familiares. También acudieron parejas solas.
Griselda Cisneros disfrutó en las piscinas junto a su abuelo y sus hijas de 5 y 17 años. Cuenta que eligió El Tingo por sus aguas termales. “Esto es medicinal. Vamos a la piscina caliente, luego a la helada y salimos fresquitos y sin estrés”.
Ayer fue el único día de ocio del feriado para toda la familia, señaló, ya que tienen un negocio en casa y durante los próximos días, la madre de familia se dedicará a trabajar. Otras familias, en cambio, esperan irse de paseo las próximas horas.
Kevin Velasco llegó al balneario desde Sangolquí, junto a su esposa y su hijo. Planificaron almorzar algo en la zona y en lo que resta del feriado viajarán a Papallacta, contó.
El aforo es limitado en El Tingo y pueden recibir máximo a 200 personas. En cada piscina, personal del balneario se encarga de controlar el aforo y de vigilar el cumplimiento del distanciamiento físico entre personas que no pertenecen al mismo grupo familiar.
El costo de ingreso para personas de la tercera edad es USD 1,50. Los adultos pagan USD 2,50 y los niños USD 1.
Hasta el mediodía de ayer, alrededor de 50 personas llegaron al balneario. La atención desde hoy y hasta el miércoles 3 de noviembre será desde las 6:00 hasta las 13:00.
Otras localidades de la sierra que comenzaron el asueto con una importante demanda de turistas fueron Baños de Agua Santa, en Tungurahua; Riobamba, en Chimborazo; la comunidad de Quilotoa de Zumbahua, en Cotopaxi; y Playas de Villamil en Guayas.
Baños registró una ocupación hotelera del 90%. Es decir, 7 200 de los 8000 camas para el alojamiento están llenas de turistas que arribaron de Guayaquil, Quito, Cuenca, Riobamba y otras urbes del país.
Atractivos como la Casa del Árbol, Las Manos de Dios, y el Animal Park —donde se puede interactuar con los animales y ver demostraciones de los caballos de paso árabes y españoles— recibieron a los visitantes del resto del país.
Cristian Varela, director de Turismo del Municipio de Baños, explicó que desde las 03:00 del sábado comenzaron a llegar los turistas a la ciudad.
Aseguró que ayer mismo se esperaba tener una ocupación del 100% de las habitaciones.
“El feriado de noviembre es uno de los más importantes del país y Baños es una de las pocas ciudades que ha logrado la reactivación turística”.
En Riobamba, el sector turístico y de alojamiento registra el 70% de ocupación de las 3 000 camas que ofrece.
Los empresarios esperan lograr en el feriado de cinco días una ocupación hotelera de entre el 85% y 90%.
Patricio Costales, presidente de la Cámara de Turismo de Riobamba, mencionó que los visitantes llegan a la ciudad y a la provincia de Chimborazo para conocer el desierto de Palmira; las huellas y restos de Mamut en la parroquia Punín; la laguna de Colta; La Valvanera, conocida como la primera iglesia del país; y la momia de Guano, entre otros atractivos.
En la Laguna del Quilotoa, ubicada en la parroquia Zumbahua en Cotopaxi, los visitantes comenzaron a llegar pasado el mediodía de ayer.
“Tenemos más de 300 personas que al momento recorren el principal atractivo de la provincia. Pero la expectativa es que lleguen más de 5 000”, dijo Juan Umajinga, gerente del restaurante y hostal Mushuc Wuasi Quilotoa.
Contó que la gente puede disfrutar de una cabalgata hasta el agua de color esmeralda del Quilotoa, hospedarse en uno de los 18 hoteles y hostales con que cuenta el sector o disfrutar de los platos típicos y gastronomía en los 20 restaurantes del lugar.
Otro destino turístico muy demandado en el país durante los feriados es el balneario de General Villamil Playas, en la provincia del Guayas, ubicado a 90 kilómetros de Guayaquil.
Para este feriado, los empresarios del sector turístico esperaban una ocupación no menor al 70% de las habitaciones.
Esperanza López, presidenta de la Cámara de Turismo, capítulo Playas, dijo que los visitantes están llegando a los hoteles directamente, sin reservación. Para el día de hoy las reservaciones alcanzan el 60% de camas disponibles.