Entrevista a Mario Ruiz, director del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional. Foto: Maria Isabel Valarezo / EL COMERCIO
Entrevista a Mario Ruiz, director del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional. Él cree que es importante que la población se prepare, porque el Cotopaxi aún no ha concluido su proceso eruptivo.
¿Cómo está el comportamiento del volcán?
Continúa con su proceso eruptivo en niveles muy superiores a los normales. Por ejemplo, tenemos 47,7 sismos volcano-tectónicos por día desde el 6 de octubre. Hay presencia de tremores de emisión que antes de junio no había. Tenemos valores muy altos de dióxido de azufre: 3 380 toneladas por día, cuando antes eran 300. Hay deformación en los flancos, relativamente pequeña, pero hay.
¿Esa deformación es por la presión del magma para ascender?
Es un hinchamiento del volcán de varios milímetros, cerca de un centímetro. Los sismos, los tremores, la deformación y las emisiones de gases indican que el período eruptivo no ha concluido.
Si las nubes nos permitieran, observaríamos sus manifestaciones superficiales.
¿Tiene mucha presión?
Este segundo pulso de actividad todavía está en proceso y podrían venir en el futuro nuevos pulsos y la población tiene que entender que este proceso volcánico no ha terminado.
Significa que el volcán no se ha tranquilizado.
Definitivamente, el volcán no ha retornado a sus niveles anteriores (a junio del 2015). Lo podemos afirmar enfáticamente.
¿Los habitantes pueden confiarse, pensando que no pasa nada, porque ya se acabó el estado de excepción?
Creo que sería una actitud equivocada de la población dejar de lado las actividades de preparación para una eventual fase más intensa del volcán.
¿Qué escenario eruptivo se tuvo esta semana?
En nuestros informes planteamos escenarios para los próximos días y pocas semanas. Actualmente, estamos en un escenario de una actividad eruptiva menor, que podrían ocurrir fenómenos similares o menores a los de mediados de agosto. Esto es columnas de ceniza de 1 a 2 kilómetros de altura, presencia de incandescencia y pequeñas explosiones que lancen bloques incandescentes, y podrían ser vistos por la población y llamar mucho la atención, pero que no representarían mayor peligro. Se podría tener lahares pequeños por las lluvias o el deshielo del glaciar, que no saldrían del Parque Nacional, y no causarían daño a la población.
¿Se descarta una fuerte erupción como la de 1877, como aseguró el ministro Coordinador de Seguridad, César Navas?
No. Lo que decimos es que en este momento el escenario más probable es el que acabo de explicar. Esto implica el ascenso lento del magma. Nadie puede descartar que puedan ocurrir eventos más grandes. Nosotros siempre decimos que estos escenarios pueden cambiar si varían las condiciones. Por eso es importante el monitoreo, que nos permite hacer un seguimiento cada hora y casi minuto a minuto. Una erupción grande no se da
de un momento a otro, que nos pueda sorprender.
¿Cuál es el consejo del Geofísico a los habitantes de Cotopaxi, Pichincha y Napo frente al coloso?
Que debemos aprovechar estos tiempos para aumentar nuestra preparación. Nosotros seguimos con el sistema de monitoreo, que es pieza clave de un sistema de alerta temprana, cuyo objetivo es salvar vidas. Y avisar a la población para que pueda salir a zonas seguras en tiempos prudenciales.
¿Por qué es importante que la población no deje de prepararse?
La historia nos ha enseñado que los períodos eruptivos en el Cotopaxi pueden durar años, como el Tungurahua, Reventador. Muchas veces, las fases más intensas ocurren al comienzo, al medio o al final del período. En vulcanología siempre hay esa incertidumbre de cuándo será el momento que ocurra esa fase más intensa. Si tenemos esa incertidumbre es bien importante que estemos preparados para un evento que no hemos descartado. El Instituto Geofísico no ha descartado la posibilidad de que ocurra un evento mayor. Lo que hemos dicho es que no es lo más probable que ocurra en los próximos días o semanas, pero no podemos descartar una fase más intensa como los cinco períodos eruptivos históricos o las 20 ocasiones en los últimos 2 000 años.
Es decir, ¿el volcán ha presentado erupciones muy fuertes?
Ha llegado a tener erupciones típicamente más grandes y más intensas de lo que hemos tenido hasta este momento.
¿En los dos meses que duró el estado de excepción, el Ministerio Coordinador de Seguridad censuró la información que emitió el Geofísico sobre el Cotopaxi?
No. La información que emitíamos era la que se publicaba. Le digo con toda franqueza y absoluta honestidad, que no se nos pidió nunca cambiar una coma en nuestros informes.
Entonces, ¿el Geofísico no ocultó información?
No. Eso hubiese estado fuera de nuestra conducta ética. Nosotros nunca ocultamos o distorsionamos. Eso es parte de nuestra formación y de nuestra práctica desde que el Instituto Geofísico se fundó.
¿Tampoco se aplicó la censura previa?
No. Los informes que enviábamos (al Ministerio) se publicaron tal cual.
¿El estado de excepción afectó al Geofísico?
El Instituto siguió trabajando. No nos afectó, más bien tuvimos más apoyo de las autoridades.
¿No minó la confianza y credibilidad de Geofísico por los rumores en las redes sociales de que se ocultaba información?
No diría que afectó a la imagen del Geofísico, pero el estado de excepción dio pie a que los rumores crecieran. Habría que hacer una encuesta para ver cómo quedó la imagen del Instituto, porque fuimos atacados por rumores.
Ahora que no hay restricciones, ¿qué va a hacer el Geofísico para explicar lo que pasa con el volcán?
Nosotros informamos a la Secretaría de Gestión de Riesgos y lo seguimos haciendo al Ministerio Coordinador de Seguridad. Tenemos tres boletines diarios: uno en la mañana y otro en la tarde. También uno al mediodía, solo para la Secretaría. También los informes especiales semanales. Informamos a la ciudadanía lo mismo que informamos a las autoridades.
FRASE
“Sería una actitud equivocada de la población dejar de lado las actividades de preparación para una fase más intensa”.
HOJA DE VIDA
Mario Ruiz es sismólogo y desde el 2013 ocupa la Dirección del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional.
Tiene un PhD en Ciencias Geológicas en la Universidad de Carolinadel Norte (EE.UU., 2007). Máster en Ciencias en Geofísica en el Instituto Tecnológico de Nuevo México (EE.UU., 2004).