El estiaje de este año pondrá a prueba la efectividad del sistema de regulación de los dos embalses de Tungurahua: Mula Corral y Chiquihurco. La falta de lluvias se presenta más entre julio y septiembre. Ambas son las represas más grandes de la región y su uso causa reacciones diversas en los usuarios de las zonas de influencia.
La primera empezó a funcionar en el 2007 mientras que la otra se construyó el año pasado. Las dos permiten almacenar más de 6 millones de metros cúbicos de agua (un metro cúbico equivale a 1 000 litros) para los tiempos de sequía.
Mula Corral entrega 300 litros por segundo para riego y consumo humano. Chiquihurco puede almacenar 3,5 millones de metros cúbicos. Irriga 12 000 hectáreas y aporta con 700 litros por segundo. Las dos, según la Prefectura, benefician directamente a 350 000 personas en los nueve cantones.
Carlos Sánchez, director de Recursos Hídricos del Consejo Provincial de Tungurahua, explica que esa cantidad de líquido sirve para potabilización y para nutrir los canales de riego. Uno de los canales que se beneficia con las represas es el Ambato-Huachi-Pelileo. Toma un volumen de 30,5 litros por segundo del río Ambato, en las inmediaciones de la localidad Aguaján, en la antigua carretera a Guaranda.
De este se sirven 15 000 usuarios para irrigar 5 400 hectáreas en los cantones Ambato, Pelileo y parte de Cevallos. Una de las usuarias es Victoria Masaquiza. Ella cuenta con una asignación semanal de dos horas de agua. “No me alcanza para mis sembrados de papas, maíz y arveja. En julio, agosto y septiembre, cuando escasean las lluvias, la situación empeora. Espero que con los embalses las cosas mejoren”.
La tecnificación de los sistemas de riego es otra de las fortalezas de estos embalses. Efraín Vásquez relata emocionado cómo cambió su vida a raíz de las mejoras en la distribución de riego en Chibuleo San Francisco. “Ahora se abre la llave y el aspersor irriga el suelo del campo. El agua corre todo el tiempo”.
Hasta hace un año, este campesino que reside en una colina debía recorrer largos tramos para abastecerse del líquido. “Cuando intentaba regar mis terrenos me encontraba con que mis vecinos, que están al otro lado, me habían cortado el agua”, cuenta.
Ahora, con la instalación de los tanques reservorios Cóndor Jaca y la Comunaria, la distribución del agua es más equitativa y constante para 1 000 usuarios. Sobre el tema, María Barbarita Baltazar, presidenta del canal de riego Cóndor Jaca, asegura que este reservorio sirve para los meses de estiaje. “La cisterna, que tiene capacidad para 3 000 litros, se llena por medio de cuatro tramos de canales. En cada sector hay cuadras, en total son 119 en la zona. Cada cubil es un espacio de tierra que se baña y mide 7 056 metros cuadrados”.
El miércoles pasado, Geovanny Altamirano, técnico de la Prefectura, visitó el sector para supervisar el funcionamiento de los canales de regadío. Los comuneros le solicitaron que se mejorara el sistema que actualmente distribuye 46 litros por segundo. “Necesitamos 90 litros por segundo y que en la noche se cierre el caudal para ahorrar este recurso”, explica Baltazar.
Adicionalmente, y con el propósito de conservar los páramos y garantizar el agua para los habitantes, la Prefectura creó el programa del Fondo de Páramos. A la par, se instituyó un fideicomiso entre varias instituciones locales aportantes por USD 1,5 millones. Este fondo es parte del Parlamento Agua dentro del Nuevo Modelo de Gestión de la Prefectura. Según su coordinador Óscar Rojas, en la actualidad hay 10 planes de manejo de páramos que abarcan 42 571 hectáreas conservadas para beneficio de 16 000 familias.
Para la implementación del plan se nombraron promotores y guardabosques de las comunidades. María Baltazara Chango, una de las participantes de este proceso, manifiesta que no fue fácil convencer a los habitantes rurales sobre los beneficios de cuidar los páramos mediante la reforestación y la capacitación técnica. “Pensaban que los técnicos querían apropiarse de las montañas en las que criaban su ganado”.
En la primera etapa, los campesinos recibieron ganado y cuyes.
Los proyectos actuales
- El embalse Pampas de Salasaca cuenta con estudios definitivos y aprobados. Almacenará 5 500 000 metros cúbicos para el suroccidente de la provincia.
- El canal de riego de Píllaro entrega 3 300 litros de agua por segundo. Abastece 8 000 hectáreas y beneficia, en los ramales norte y sur, a 7 500 familias.
- La Unión de Movimientos Indígenas de Tungurahua maneja un plan para la preservación de 40 000 ha de páramos. Beneficia a 1 500 familias de ocho organizaciones campesinas.
- La provincia cuenta con un inventario hídrico con el que se determina la demanda de agua. Tungurahua requiere
- 1 929 000 000 de m3 al año. Ahora se dispone de 1 155 000 000 m3.
- El Geoportal de la Prefectura (rrnn.tungurahua.gob.ec) ofrece información hídrica.