El partido de Ecuador contra Suiza movilizó a miles de hinchas en Quito. Mientras muchas personas se reunían frente al televisor en sus casas, otros prefirieron disfrutar del partido con las comodidades y servicios que prestan las salas de cine que también ofrecieron la transmisión del encuentro en sus carteleras.
Entre amigos o con familiares cientos de personas compraban sus entradas, snacks y se acomodaban en las butacas para ver el fútbol a lo grande. Uno de esos lugares fue el complejo Multicines del Centro Comercial Iñaquito, en el norte de la ciudad. Ahí se habilitaron seis salas para recibir a la hinchada, en su mayoría de Ecuador pero también de la selección Suiza.
Javier Salinas compró entradas para él, su esposa Amparito Romero y sus dos hijos Javier y Nicolás. Toda la familia vestía la camiseta del seleccionado ecuatoriano. Los Salinas Romero aprovecharon que la fecha del partido coincidió con la celebración del Día del Padre para asistir por primera vez a un partido de fútbol en el cine. Todos disfrutaron del ambiente que se contagiaba con la emoción de las jugadas ofensivas y el gol de Ecuador. Pero también compartían la angustia de ver los ataques del equipo contrario y los tantos en contra de la portería tricolor. “El partido estuvo bien planteado en un inicio, pero faltó consolidar el juego en conjunto”, fue la conclusión de Salinas al término del partido que terminó dos a uno a favor de Suiza.
Para Giovanni Carrillo, la experiencia de ver el fútbol en el cine no es nueva. Él ha presenciado varios partidos de las eliminatorias en la pantalla grande. Para Carrillo, este tipo de servicios son una buena opción cuando se agotan las entradas al estadio cuando el seleccionado ecuatoriano juega de local. Este domingo, llegó acompañado de su esposa y sus dos hijos, en parte para disfrutar el partido, en parte para celebrar el Día del Padre junto a su familia. Para eso se anticipó comprando las entradas el sábado.
Decepcionados por el resultado pero conformes por el espectáculo. Al término del partido los hinchas dejaban las salas de cine para retomar sus actividades cotidianas.