Era una emergencia pero pasaron casi 24 horas hasta conseguir atención. Gloria Solórzano se embarcó en una ambulancia para acompañar a su hija a Guayaquil. El parto de la adolescente se adelantó y en el hospital de Salinas, en la provincia de Santa Elena donde viven, no había termocunas.
“Nos derivaron acá, a la maternidad Matilde Hidalgo de Prócel. Cuando llegamos un doctor me dio un papel con lo que tenía que comprar. Le dije: doctor, no tengo dinero. Y él me dijo: mijita, si tú no compras esto no podemos atender a tu hija y su vida corre peligro”.
La joven sangraba y se retorcía en la ambulancia. Su madre salió del hospital llorando y en la acera, sorpresivamente, alguien le ofreció cubrir los 12 insumos y medicamentos que le habían pedido; le fiaron un ‘paquete de atención’ por USD 90. “Si no hubiera sido por eso, mi hija estaría muerta”.
Gloria vivió este drama en febrero, un mes antes de la reciente intervención del Ministerio de Salud (MSP). Su testimonio es parte de las denuncias que el Comité Autónomo de Usuarios de la también conocida Maternidad del Guasmo venía alertando desde el 2021 y que poco habían logrado cambiar.
Solo el lunes, después de que se divulgaran los videos de personal que cobraba hasta USD 150 por una camilla, cuatro funcionarios fueron separados y la Fiscalía abrió una investigación por tráfico de influencias. La ministra de Salud, Ximena Garzón, dijo que no tolerará la corrupción.
Pero hay más irregularidades. Rosa Vera es la coordinadora del comité y tiene un informe de octubre que advertía la venta de información de las pacientes y los ‘paquetes quirúrgicos’ en USD 100. “Incluían 15 pares de guantes, catéteres, electrobisturí, 15 gasas, aguja de punción, 10 jeringuillas… Todo eso debería tener el hospital porque la atención es gratuita”.
El gerente de ese tiempo reconoció las anomalías y aseguró, según el informe que fue realizado por la Defensoría del Pueblo, que las notificó a la Coordinación Zonal 8 de Salud. Las soluciones tardaron en ejecutarse y la autoridad zonal también fue removida.
El subsecretario Nacional de Provisión de Servicios de Salud, Andrés Corral, dice que le siguen la pista a los actos de corrupción. Lo hacen desde el 2021 a través de un plan de intervención en 135 hospitales y 1 977 centros de salud.
“Estamos trabajando al interior de los hospitales, con personal de instituciones que están realizando investigaciones en inteligencia -dice Corral y por eso no da los nombres-. Empezado con los que consideramos más críticos”.
Tras el primer diagnóstico se puso la mira en cinco hospitales del MSP. Están en Guayas, Los Ríos, Manabí, Esmeraldas y padecen males similares a los del Matilde Hidalgo: presuntos cobros para ingresar pacientes, un desabastecimiento que estaría ligado a la fuga de medicinas e insumos y contratos irregulares por servicios.
Para el subsecretario el pronóstico es complejo. Dice que la corrupción se ha enraizado durante años en el sistema sanitario y reconoce que no habrá resultados a corto plazo. Por ahora toman acciones puntuales como en la maternidad del Guasmo, donde cambiaron desde autoridades hasta guardias, modificaron los turnos del personal, planifican colocar más cámaras de seguridad y controlan de cerca el manejo de áreas susceptibles como admisiones.
La auditoría a los hospitales es un tratamiento que debe ser continuo para Álex Díaz y un mecanismo que no solo debe aplicarse en Guayaquil y Quito. El integrante de la Comisión Nacional Anticorrupción (CNA) en Los Ríos dice que por años han denunciado el cobro de ‘peaje’ para ingresar a los hospitales de esa provincia, así como la compra de equipos costosos que están embodegados.
“Hay pocas denuncias, sin sanciones. Quienes son puestos como autoridad hacen sus atrocidades y se van porque las demandas duermen en los sueños de la Fiscalía”, dice el miembro de la CNA, grupo que ha denunciado el reparto político de los hospitales, un tema que volvió al debate tras la advertencia que lanzó el presidente Guillermo Lasso contra la Asamblea.
El camino para desmantelar estas redes de corrupción puede tener trabas. El subsecretario Corral dice que en febrero abrieron un visto bueno contra uno de los procesados del Matilde Hidalgo. El engorroso proceso se cayó después de meses porque el hospital estaba en mora patronal.
Mientras se retomaba el mecanismo hasta se negociaba con las fotos y videos de los bebés. Gloria solo quería una termocuna para su nieto, salvar la vida de su hija y para hacerlo vendió su único televisor.