El viento sopla con fuerza y la temperatura desciende hasta los ocho grados. Hay neblina y llovizna. En esas condiciones climáticas laboran 12 habitantes de Chuquiribamba, en la ciudad de Loja.
Buscan rocas en el cerro Piedras Negras, a 90 minutos del centro poblado. Su intención es mejorar las calles de Chuquiribamba. Llevan plásticos para protegerse de la lluvia y costales para cargar las piedras. Su jornada empieza a las 08:00 y acaba a las 17:00.
Segundo Medina, de 30 años, está cansado y sus hombros están adoloridos por el peso de la piedra que carga desde la mina hasta la carretera. Es una distancia de alrededor de 30 metros.
Ese dolor no impide que Medina siga laborando. Gana USD 10 al día. “Es algo, porque aquí (Chuquiribamba) no hay trabajo y necesito mantener a mi familia”, dice este lojano de contextura delgada y baja estatura. Está casado con Isabel Sinche y tiene un hijo de ocho meses.
fakeFCKRemoveSu tarea y la de sus compañeros es acumular piedras para abastecer al proyecto Piedra Sembrada, que se ejecuta en Chuquiribamba desde el pasado 19 de abril. El objetivo es empedrar una calle de 330 metros de longitud.
Esta vía comunica al cementerio con el sitio denominado El Mirador. La mitad de la obra ya culminó. De la colocación de las piedras se encargan otros cuatro vecinos. Un combo, una barreta y una carretilla son las herramientas que utilizan.
Milton Bautista, de 32 años, está pendiente que el trabajo se cumpla según lo previsto por la Prefectura de Loja, que ejecuta el proyecto Piedra Sembrada.
La parroquia Chuquiribamba está ubicada a 90 minutos de la capital lojana. Medina y Bautista creen que el empedrado de esta calle beneficiará a todos los habitantes. La Junta Parroquial y la Prefectura invierten USD 25 151 para convertir a El Mirador en un atractivo turístico, según el presidente de la Junta Parroquial, Oliverio Caraguay.
En la parroquia hay 13 barrios y cada uno con sus vías de acceso. Ignacio Anguisaca aspira a que todas esas calles sean mejoradas con el plan Piedra Sembrada. Esas vías solo sirven en verano porque en invierno se llenan de lodo y el acceso se complica.
En los planes de la Prefectura constan otras dos calles de Chuquiribamba. Sirven a los poblados Simón Bolívar y El Carmelo.
Según Edwin Durán Paladines, director de Vialidad y Transporte del Consejo Provincial, el proyecto beneficia a la mano de obra local. La obra se ejecuta en convenio con la Junta Parroquial y los moradores explotan y aprovechan las piedras de su zona.
Una vez concluida la obra, los moradores se encargarán del mantenimiento. Está prevista una vida útil de 30 años.
En la primera fase, la Prefectura empedrará cinco vías de las parroquias Chuquiribamba, Chantaco y Vilcabamba, del cantón Loja. En Vilcabamba laboran en la vía Yamburara-Yambala. En todas estas obras, el Consejo Provincial invierte USD 108 676.
Hasta tanto, Medina está tranquilo porque tendrá un trabajo estable durante este año. En Chuquiribamba a veces tenía trabajo y cuando no había viajaba a Loja, Cuenca, Zaruma’
Su esposa Sinche labora en faenas agrícolas, principalmente en el cultivo de plantas aromáticas para elaborar la horchata. Al día gana USD 4. Con los USD 14 que ambos obtienen mantienen a su hijo y se alimentan.