Germán Álvarez tiene 33 años y se define como transmasculino. En 2018 empezó a tomar hormonas para su transición, según lo que leía en internet o la experiencia de algún conocido. Antes, relata, intentó atenderse en alguna instancia de la red de salud pública del país, sin éxito.
Consciente de que automedicarse podía afectar gravemente a su salud, hace dos años acudió a la Asociación Silueta X, en Guayaquil, donde encontró apoyo psicológico y le guiaron sobre los pasos que debía seguir para acceder a una terapia hormonal.
En la actualidad, Germán se hace chequeos en un subcentro de salud cercano a su domicilio, gracias a una doctora amiga, mientras que las dosis para su tratamiento se las prescribe un familiar que es médico especializado en endocrinología. La Asociación le proporciona las hormonas mensualmente.
“Hay chicos que quieren inyectarse hormonas, pero no visitan a un especialista porque no cuentan con los recursos para pagar una consulta. El Estado tiene una deuda con nosotros”, afirma Germán.
El 1 de noviembre se lanzó el banco de hormonas en el Centro Psico Trans de Silueta X, en Quito. Diane Rodríguez, presidenta de la Asociación, explica que allí se materializan las experiencias de un proyecto de tres años que se realizó en Guayaquil, con la apertura de un centro psicomédico con especialidad en transexualidad, que cerró en 2016 al culminar el plan piloto. De allí salieron las pautas que el Ministerio de Salud Pública (MSP) recogió como base para la elaboración del ‘Manual de Atención Integral para población Lgbti’, que se lanzó en 2017.
“Se suponía que la experiencia de los pilotos la transmitimos al MSP, para que la implemente más allá del mismo manual, en su política interna”, indica Rodríguez. Pero en la actualidad, afirma, el tema de la terapia hormonal no es una política instaurada. “Entonces, lamentablemente en algunos lugares se hace y en otros no”.
Al lanzamiento del banco de hormonas asistió Daniel Lizano, de la Estrategia Nacional de Prevención y Control del VIH del MSP. Allí, el delegado reconoció que en el país hay un déficit de endocrinólogos, si bien hay médicos internistas especializados en el tema de hormonas. Para acceder a la atención, las personas trans deben llamar al 171 para hacer cita, primero con un médico general, quien hará la derivación al especialista. Pero al igual que el resto de la población, conseguir un turno puede tomarles mucho tiempo.
¿Cómo funciona el banco?
Las hormonas se entregan cada mes, según la convocatoria de la Asociación Silueta X. Transmasculinos y transfemeninos pueden acceder a testosterona y estrógenos, respectivamente. La prioridad la tienen personas de escasos recursos económicos.
Rodríguez explica que para ver resultados básicos se necesitan al menos dos años de terapia hormonal. Una persona trans necesita alrededor de USD 120 mensuales. “El costo más bajo de las hormonas está en USD 4,80, el más alto en USD 28. Una consulta endocrinológica privada cuesta entre USD 70 y 80, la psicológica otros USD 30, más otros USD 8 de la consulta general más económica. Esto sin contemplar los exámenes”.
Silueta X brinda atenciones psicológicas de manera gratuita en sus centros en Quito y Guayaquil. De hecho, llevar un proceso psicoterapéutico (en la asociación o de manera privada) es un requisito para acceder a las hormonas.
El banco solo entrega las dosis de estrógenos y testosterona (en pastillas) a mayores de edad, quienes deben firmar un consentimiento informado. En la segunda convocatoria deberán presentar documentos que avalen su atención médica y que las dosis hormonales las prescribe un profesional.
“Lo que queremos es que las personas trans adopten una cultura de responsabilidad con sus cuerpos. No queremos que sigan manteniendo esos procesos de terapia autodeterminados y se automediquen”, explica Rodríguez, quien sufre secuelas en su hígado y riñón por ingerir hormonas sin vigilancia médica, a los 19 años.
Al entregar la Asociación las dosis, lo que se busca es que “el MSP se ocupe de vigilar el tratamiento de las personas trans bajo la responsabilidad de ellas mismas, una suerte de corresponsabilidad. Es lo mínimo que deben hacer como autoridad nacional”.
La próxima convocatoria para la entrega de las dosis hormonales en el Centro Psico Trans, en Quito, se hará entre el 30 de noviembre y 2 de diciembre. Y en Guayaquil, entre el 15 y 22 de noviembre. A la última convocatoria en esa ciudad asistieron unas 30 personas.
Cronología
Según un estudio del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) de 2013, el 58% de la población Lgbti encuestada (2 805) no contaba con seguro de salud; el 33,7% experimentó discriminación en ese ámbito y el 18,7% vivió experiencias de exclusión.
En 2013, la Asociación Silueta X abrió en Guayaquil el primer Centro Psico-Médico con especialidad en transexualidad. El programa piloto duró tres años.
En 2016, el proyecto lanzó dos manuales sobre atención a personas trans, que incluyó metodologías para un proceso hormonal saludable. Estos fueron usados como base en la elaboración del ‘Manual de Atención Integral para población Lgbti’ del Ministerio de Salud Pública, en 2017.
Dos organizaciones internacionales apoyan en la actualidad a Silueta X: Mama Cash y el Internacional Trans Fund (ITF).
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