El conductor logró salir ileso mientras el fuego salía de la parte delantera del automotor. Foto: Elena Paucar/ EL COMERCIO.
Una gran nube de humo blanco complicó el tránsito en la avenida Luis Plaza Dañín, en el norte de Guayaquil. Cerca de las 11:10 del lunes 25 de mayo de 2015, un auto blanco se incendió mientras tomaba la curva bajo el paso elevado para dirigirse a la avenida Francisco de Orellana, a la altura del centro comercial San Marino.
El conductor logró salir ileso mientras el fuego salía de la parte delantera del automotor. De inmediato, un grupo de conductores y transeúntes colaboró con extintores, para evitar una explosión.
El calor intenso que desprendía el vehículo quemado no impidió que los peatones se concentraran a su alrededor. Según testigos, el fuego se originó en motor del carro.
“Iba circulando con normalidad y se prendió de la nada. La candela era grande y salía del capó. Solo iba el conductor, que salió rápido, y la gente empezó a echarle espuma. Parecía que iba a estallar”, dijo Humberto Rojas, quien pasaba por el lugar.
Una capa blanca, producto del uso de extintores, cubrió el asfalto. Parte de la carrocería quedó quemada. Desde el paso elevado cercano, un grupo de curiosos tomó algunas fotografías con sus celulares.
El tránsito se tornó pesado en la Plaza Dañín, una de las principales vías del norte de la ciudad. El sargento Oswaldo Alcívar y otros agentes de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) coordinaron un rápido operativo para agilizar la circulación vehicular. “La ayuda fue inmediata. Había preocupación porque parecía que podía estallar. Pero se logró controlar a tiempo”, dijo Alcívar.
Pocos minutos después llegó una motobomba de la Compañía No. 9, del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil. Los uniformados rociaron agua sobre el motor y en las llantas delanteras, como medida de prevención antes de remolcar el auto.