La perforación para identificar el potencial geotérmico en Chachimbiro se hizo el 2017. Foto: Cortesía / CELEC
A más de 3 500 metros de altitud, en Chachimbiro, provincia de Imbabura, se identificó potencial para desarrollar un proyecto energético utilizando una fuente diferente.
En este caso ya no se apuesta por el agua, el viento, el sol ni los combustibles. Ahora se impulsa el uso del calor interno de la tierra para instalar una planta de energía geotérmica.
Esta zona rodeada por el volcán Chachimbiro y aguas termales tiene en la parte subterránea un reservorio de agua, que supera los 200 grados centígrados (°C). Es decir, su temperatura es cuatro veces mayor a la de las termas del sitio.
Estas condiciones permitirán, cuando se construya la infraestructura, usar el vapor que sale a presión desde el interior de la tierra para mover unas turbinas y generar energía eléctrica, refiere Francisco Astudillo, especialista de proyectos de la Unidad de Negocio de Termopichincha.
Para identificar este potencial, técnicos de la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec), asesorados por especialistas de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA), realizaron una primera perforación en el 2017.
Una infraestructura metálica, similar a un pozo petrolero que sobresale en una planicie, es el resultado de los trabajos ejecutados en esta zona.
El recurso para desarrollar energía geotérmica se encontró a 1 978 metros de profundidad. Allí también se determinó que las características de las rocas subterráneas de este sitio son aptas para implementar una planta de este tipo.
Para estos proyectos se requiere que las rocas sean permeables. Es decir, que permitan que el agua que se extraiga del reservorio subterráneo vuelva a ingresar cuando sea reinyectada.
Estas evidencias son parte de los estudios de prefactibilidad de este proyecto, que costaron alrededor de USD 8 millones. Fueron financiados por el Gobierno de Japón, que tiene más de 50 años de experiencia en el desarrollo de este tipo de infraestructura.
Durante un programa de invitación a medios de comunicación de Latinoamérica al país nipón, por parte de JICA, este Diario conoció que Japón cuenta con 29 centrales geotérmicas. En total, estas tienen una capacidad instalada de 519 megavatios (MW). Esta cifra equivale a casi la tercera parte de la potencia que tiene la central Coca-Codo Sinclair.
Una de estas plantas, Hatchobaru, se encuentra en Oita, una localidad ubicada en elsur del archipiélago de Japón.
Esta central, en medio de montañas a 1 600 metros de altitud, se encuentra operativa desde hace 41 años y tiene una potencia de 112 (MW), según información de la empresa Kyushu Electric Power Co. Inc., que administra esta central de energía.
La planta de Hatchobaru tiene 15 pozos productores. De estos se extrae el vapor para producir la energía que, según la compañía eléctrica, es amigable con el ambiente, porque se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que evita el uso de combustibles fósiles.
Otra ventaja de usar este recurso es que proporciona energía de manera estable.
La Celec explica que esta fuente aporta energía de manera confiable durante todo el año, porque no se ve afectada por la estacionalidad de las lluvias, el sol o el viento.
El propósito ahora es realizar los estudios de factibilidad. Para esto se tiene previsto contar con el financiamiento del Gobierno de Japón.
En esta fase se establecerán las características que tendrá la planta. Como parte de este trabajo, la Celec desarrollará en el mediano plazo seis perforaciones adicionales que permitan dimensionar el tamaño del reservorio geotérmico y la potencia de la central.
Eduardo Rosero, presidente de la Asociación Ecuatoriana de Energías Renovables y Eficiencia Energética, expresó que es positivo explorar nuevas fuentes de energía para diversificar la matriz energética.
Los primeros estudios de este proyecto se iniciaron en los años 70 y se retomaron en el 2010. Ecuador tiene hoy una potencia instalada superior a los 7 000 MW. La principal fuente es la hidroeléctrica.