Mery Vinueza realiza hoy una misa, en Cotocollao, para recordar a su mamá desaparecida. Foto: EL COMERCIO
Ellos no se conocen, pero sus historias coinciden en los pasillos de los hospitales, unidades de Policía, albergues y terminales de buses… Allí, los hijos pegan los afiches de sus madres desaparecidas. Otros visitan cada semana la Fiscalía para averiguar cómo avanzan las indagaciones de sus casos.
Hoy se recuerda el Día de la Madre y Mery Vinueza no puede celebrarlo, porque su mamá no regresa desde el 15 de junio del 2013. En el anaquel de su casa del barrio San José Obrero (vía a Nono, noroccidente de Quito) reposa la fotografía de María Julia Vinueza, de 84 años. En la imagen, la mujer acurruca una figura del Divino Niño y abraza a su hija.
“Esta fue la última vez que le celebramos el Día de la Madre y nos fuimos a El Teleférico. Salimos a comer con la familia”, recuerda Mery en la terraza de su casa, mientras señala el bosque en el que María Julia fue vista por última vez.
La mujer que tenía alzhéimer (problemas de la memoria) salió a visitar a uno de sus hijos, pero no regresó. Hay personas que dicen haberla visto caminar entre los árboles.
Este caso consta en la base de datos de la organización Desaparecidos Ecuador que dirige María de Lourdes Mejía.
La entidad refiere que, de los 101 casos de desapariciones y muertes violentas que allí se registran, el 50% son mamás.
En su vivienda del barrio La Tola (Centro Histórico de Quito), la dirigente guarda los expedientes de su caso y cuenta que su hija desaparecida hace cinco años, María Fernanda Guerrero, tuvo dos niños.
Contiene sus lágrimas y se le quiebra la voz al recordar a sus nietos. No los ha visto desde la ausencia de María Fernanda y al Día de la Madre lo vive con incertidumbre porque desconoce lo que pasó con su hija.
En una habitación de tres metros por tres conserva intactas las pertenencias de María Fernanda: una cama de madera, sus dibujos, su ropa, las fotos de los dos pequeños. Desde que se creó la organización, Mejía organiza agasajos para los niños que no ven a sus mamás. “Así, compenso la ausencia de mi hija en esta fecha importante”.
La joven ahora tendría 30 años. Según datos de la Dinased, en esa edad se reporta la mayor cantidad de desapariciones a escala nacional con 1 685 hechos. De los 4 934 casos que hubo el año pasado, el 57% fue únicamente de mujeres.
Las causas por las que se producen las desapariciones de mamás -argumenta Desaparecidos Ecuador- son la violencia intrafamiliar, los delitos (asaltos y robos). La Policía refiere, en cambio, que el 5,18% de desapariciones se dan por enfermedades (alzhéimer, autismo, síndrome de Down, etc.).
Otras fotografías reposan sobre la mesa de Isabel Cabrera, que busca a su madre desde el 29 de abril del 2011. En el segundo piso de un viejo edificio en San Juan, un barrio céntrico de Quito, la mujer cuenta su historia y muestra la imagen de Leonor Ramírez impresa en una hoja de papel. Ella desapareció cuando tenía 73 años.
En su casa ubicada junto a La Basílica, Isabel Cabrera muestra la fotografía de su madre. Foto: EL COMERCIO
La mujer no vuelve con sus allegados desde que salió a visitar a uno de sus hijos. Ese día, la mujer no portaba documentos de identidad. Lo que más le preocupa a Isabel es que su mamá tiene alzhéimer y se olvidó cómo regresar a su vivienda.
Cuando llegaba la celebración por el Día de la Madre, Isabel llevaba a su “mamita” a la peluquería para que la arreglaran y le organizaba un almuerzo con sus hermanos. Antes de la desaparición, sus hijos le iban a hacer una fiesta y le habían comprado regalos. “Yo tenía ropa para entregarle”.
Sobre un viejo sofá en el departamento, ella acumula decenas de carteles con el rostro de su mamá. Como homenaje por este día -asegura- saldrá a pegar más afiches en la calle.
Lo mismo vive Tatiana Aguirre al recordar a su hermana, Tamara, ausente desde la mañana del 25 de junio del 2012 en Santo Domingo de los Tsáchilas. La víctima tenía tres hijos de 14, 13 y 7 años. Los pequeños preguntan por su mamá y sus tíos les calman, pero la mayor ya se enteró que Tamara está desaparecida.
Ella dice que únicamente le quedan los recuerdos de los regalos que ella le entregaba por el Día de la Madre: le compraba tarjetas y una vez le obsequió una billetera. Esta vez, los parientes de la mujer tienen previsto hacer un almuerzo familiar y rezar por ella.
Luis Guillén, de 78 años, llora al recordar a su esposa María Cuenca Zhingue, desaparecida desde el 20 de agosto del 2014 en el sector Piedra Negra (vía Pasaje-Cuenca en El Oro).
El hombre contó su historia por teléfono desde su humilde vivienda en el caserío Ducos del cantón Progreso. ¿Qué ropa vestía su mujer cuando ya no regresó? Llevaba una camiseta amarilla y una falda café y tenía 75% de discapacidad intelectual.
La última ocasión que festejaron el Día de la Madre, la pareja bailó en una fiesta realizada en la casa de compadres.
Ese día se pelaron gallinas, cerdos. Se tomaron las manos y se vieron a los ojos como esposos por última vez.
En contexto
Las estadísticas de la organización Desaparecidos Ecuador (Desendor) refieren que de 101 casos de desapariciones y muertes violentas que se registraron a escala nacional, el 50% corresponde a madres. Estas desapariciones son investigadas por la Dinased.
DD.HH.
Los hijos e hijas de mamás desaparecidas las recuerdan en el Día de la Madre