Redacción Mundo
Los presuntos nexos entre ex miembros del Gobierno del Ecuador y la guerrilla colombiana de las FARC saltan de nuevo a la palestra. Ayer, el diario estadounidense El Nuevo Herald publicó el artículo ‘Ecuador se vuelve centro de operaciones criminales’.
El reporte del periodista Gerardo Reyes recoge, a su vez, las conclusiones del informe del International Assesment and Strategy Center (IASC). Este es un grupo independiente de análisis (‘think tank’) de Washington.
77 páginas
incluye el estudio elaborado por IASC, una organización sin fines de lucro de EE.UU.
El estudio dice que “Ecuador, que por mucho tiempo estuvo por fuera del radar internacional, se está convirtiendo rápidamente en un importante cruce de caminos en el que las organizaciones criminales internacionales se reúnen y hacen negocios con muy poco temor de que sus actividades sean perturbadas o detectadas”. Además, asegura que la principal preocupación de los analistas es el incremento de las actividades políticas y los negocios del narcotráfico de las FARC en el país a varios niveles, así como su capacidad de infiltración en el gobierno del presidente Rafael Correa.
El informe de IASC fue preparado por los periodistas Douglas Farah (ex reportero del Washington Post) y Glen Simpson (The Wall Street Journal). “El estudio de 77 páginas estimó como serias las denuncias de que la campaña de Correa recibió aportes monetarios de las FARC”.
Otro de los aspectos más reveladores del estudio es el capítulo que los reporteros dedican a Oliver Solarte, alias ‘El Gordo’, a quien identifican como el ‘zar’ de las drogas de las FARC.
Con su base de operaciones en Puerto Nuevo, en el norte del país, Solarte es considerado “la persona más importante de la organización en el Ecuador en materia de tráfico de drogas”.
Solarte, según IASC, “controla laboratorios de procesamiento de cocaína. Es el encargado de comprar y vender la droga y maneja desde las cuentas bancarias más importantes de las FARC hasta dos clínicas para atender a combatientes heridos de la guerrilla, una en Quito y otra en la población de Lago Agrio, fronteriza con Colombia”.
El informe “también dio crédito a las acusaciones de que altos funcionarios de Correa no solo han apoyado al grupo rebelde sino que han estado involucrados en negocios de narcotráfico con líderes de esta guerrilla.
Apoyándose en un sinnúmero de entrevistas con analistas, fuentes de inteligencia y ex militantes de las FARC, el estudio destacó además tres factores preocupantes. Uno, “la creciente presencia de organizaciones criminales de Rusia y China en Ecuador”. Dos: “el cada vez más activo papel de Ecuador como ‘lavandería’ de dinero, lo cual se facilita por la utilización de dólar como moneda oficial. Y tres, “el funcionamiento con permiso oficial de instituciones financieras de Irán”.
Asimismo, advierte que esos tres factores se agravan “por un estado general de corrupción administrativa y señales intimidantes del Presidente para silenciar a los medios de comunicación”.
Según el Nuevo Herald, “Miami no escapó al mapa de los escándalos de corrupción reseñados por el documento de IASC”.
Y reseña el caso del Pacific National Bank, “un banco controlado por el Gobierno ecuatoriano que opera en Miami, que es mencionado como una de las instituciones que participó en una cuestionada maniobra de manipulación de los precios de bonos de la deuda ecuatoriana en 2007. “Hay evidencias de que el Gobierno ha estado comprometido en un audaz y lucrativo esquema de manipulación de los mercados internacionales de la deuda a través de la invención de crisis”.
Las alertas
Las acusaciones serias de que la campaña de Alianza País recibió fondos provenientes de la venta de cocaína de las FARC, es un tema que aún no ha sido debidamente aclarado, según el informe del IASC .
Hay una fuerte evidencia de que miembros importantes del Gobierno apoyaron al grupo subversivo que es considerado terrorista por EE.UU. y los países de la Unión Europea.
Hay indicadores serios de que el sistema judicial está perforado por la corrupción, generada por el narcotráfico.
Hay un aumento significativo del narcotráfico y el crimen organizado, relacionado no solamente con las FARC.