Ecuador registra en la primera semana de 2022 dos crímenes que golpean una vez más a la comunidad LGTBIQ+, uno de los cuales se sospecha que fue un brutal transfemicidio y que se suma a la treintena de asesinatos de miembros del colectivo contabilizados en los últimos dos años.
“Estamos en una creciente ola de criminalidad en el país, no nos alejamos de esa realidad. Pero me parece terrible que apenas seis, siete días de inicio de año ya tenemos en la lista dos asesinatos”, explicó a EFE la directora nacional de la Federación Centro Psico Trans Quito y de la local Asociación Silueta X, Dianne Rodríguez.
El martes 4 de enero se conocía que Karla Valentina Espinosa, una mujer trans fue hallada muerta en su domicilio del noroeste de Guayaquil con cinco puñaladas en el pecho y cuello, y un trapo en la boca, según informó la Federación Ecuatoriana de Organizaciones LGBTI+, que agrupa a más de 50 a nivel nacional.
Según la ONG, la puerta de la vivienda no fue forzada y únicamente se sustrajo el celular de la víctima, lo que lleva a las organizaciones a sospechar que el asesino la conocía y pudo tratarse de un transfemicidio y no un asesinato o delito de odio.
“Se encuadra en la violencia estructural contra de la población trans por las características (de ensañamiento) y que aparentemente su asesino era alguien que salía con ella”, precisó Rodríguez, quien fuera en 2017 la primera trans en resultar electa como legisladora en Ecuador.
El jueves 6 de enero se informó de que Cristian Nicola, un homosexual de 27 años y funcionario del servicio nacional penitenciario, murió acribillado con nueve disparos por la espalda cuando circulaba en moto por una vía del noroeste de Guayaquil.
Rodríguez valora que este sicariato pudo responder a “un ajuste de cuentas contra el joven gay”.
Datos del colectivo LGBTI
Los registros del Informe Runa Sipiy de la Asociación Silueta X, que contabiliza los asesinatos o muertes sospechosas de miembros de la comunidad LGTBIQ+ en el país, revelan que en 2020 y 2021 se han registrado 15 muertes violentas anuales, en su mayoría de mujeres trans.
Conforme a datos a los que ha tenido acceso EFE, en 2021 diez mujeres trans y cinco hombres gays perdieron la vida como consecuencia de agresiones violentas, en su mayoría asesinatos, mientras que cuatro de esos decesos no han sido esclarecidos.
En 2020 el reporte de las organizaciones revelaba 14 asesinatos: Ocho de mujeres trans, cinco de homosexuales y uno identificado bajo el epígrafe de género no conforme, a los que se sumó otro caso conocido en enero de 2021.
La Federación Nacional contabiliza entre 2010 y 2020 un total de 72 asesinatos, muertes violentas o no esclarecidas y sospechosas de criminalidad de miembros del colectivo LGTB en Ecuador.
Pero a pesar del goteo de denuncias por las organizaciones, a nivel oficial las autoridades no reportan los casos de manera diferenciada, si bien en el pasado una comisión integrada por varios organismos seguía su judicialización.
El último informe presentado en la otrora Comisión de Seguimiento de Casos en 2015 revelaba que entre 1990 y 2014 el 37% de los asesinatos de miembros del colectivo tuvieron una sentencia condenatoria en primera instancia, el 20% una investigación de oficio y el 2% concluyeron con una sentencia absolutoria.
‘Transfemicidios’
Los crímenes que afectan al colectivo suelen clasificarse como muertes violentas que no se esclarecen, aquellas encasilladas como delito de odio por orientación sexual o identidad de género, y más recientemente los conocidos como “transfemicidio”.
Al igual que lo fue en su día el femicidio, introducido en el Código Orgánico Penal en agosto de 2014, Rodríguez define el “transfemidicio” como “un asesinato por el hecho de ser una mujer trans en manos de su pareja”.
“Siempre son las mujeres trans las más asesinadas”, insiste la activista quien observa una creciente naturalización del fenómeno, incluso dentro del propio colectivo LGBTI.