Londres, DPA
Los banquetes de los dioses del antiguo Egipto parece que provocaban más la muerte que la inmortalidad, pues según un estudio divulgado hoy por la universidad de Manchester se alimentaban de “comida basura”.
Tres veces al día, se ofrecía a los dioses un buffet de carne y dulces, aunque los celestiales platos se los comían luego los sacerdotes y sus familias. Los grasientos manjares les provocaban después problemas arteriales y coronarios, señala la investigación del “Lancet medical journal”.
“El mensaje no puede ser más claro: vive como un dios y tu salud lo pagará”, dice Rosalie David, que para su estudio ha valorado jeroglíficos e imágenes de templos. También las momias de los sacerdotes egipcios confirman su insano modo de vida, añade. El menú de los dioses se componía principalmente de grasas saturadas y mucha cerveza y vino.
Por eso, probablemente debido a la mala alimentación la esperanza de vida de un egipcio de alta posición social era de entre 40 y 50 años. El sacerdote era considerado sirviente de los dioses y les entregaban apetitosos platos.
Pero con el tiempo, debieron pensar que se trataba de un desperdicio, de modo que las ofrendas se las comían ellos y sus familias. “El estudio demuestra también que la obstrucción arterial no es un problema de la modernidad, sino que se remonta a las antiguas civilizaciones”, añade David.