Berlín, DPA
El jefe del Estado Mayor del Ejército alemán, Wolfgang Schneiderhan, presentó hoy su dimisión después de que se le acusara de no facilitar toda la información sobre el bombardeo que tuvo lugar en septiembre en Afganistán y que acabó con decenas de víctimas civiles.
También abandonó su cargo el secretario de Estado de Defensa, Peter Wichert, informó el titular de esta cartera, Karl-Theodor zu Guttenberg, al comienzo de un debate en la Cámara baja del Parlamento alemán, el Bundestag.
Los hechos se produjeron después de que el influente diario alemán “Bild Zeitung” asegurara hoy que se encubrieron informaciones sobre el bombardeo llevado a cabo el 4 de septiembre en Kunduz, en el norte de Afganistán, por orden directa del jefe de las tropas germanas. “Bild Zeitung” asegura que en total hubo unos 142 muertos, entre ellos de 30 a 40 civiles.
El diario señala, por otra parte, que desde el principio se supo que había civiles, aunque el entonces ministro de Defensa, Franz Josef Jung, lo negara en un primer momento. Schneiderhan asumió la responsabilidad de los hechos, pero minimizó el resultado de aquel bombardeo de dos camiones de combustible efectuado por aviones de la alianza militar OTAN.
El coronel alemán Georg Klein dio la orden de atacar los camiones cisterna, que habían quedado varados en el lecho de un río en la región de Kunduz y cayeron en manos de los islamistas talibanes. Según una investigación del gobierno afgano, los civiles se habían acercado a los camiones en busca de combustible.