El desbordamiento de siete ríos afecta a Guayas

Las personas realizan sus actividades diarias, en medio del agua que ha dejado el desbordamiento de ríos en Guayas. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO

Las personas realizan sus actividades diarias, en medio del agua que ha dejado el desbordamiento de ríos en Guayas. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO

Las calles del centro poblado de Jujan están bajo el agua del río. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO

El río Pula ha perdido sus orillas. Sus aguas se extienden por caseríos y cultivos desde el pasado lunes 18 de marzo del 2019, cuando se registraron fuertes lluvias en gran parte de Guayas.

El reporte más reciente del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias señala que siete ríos están desbordados en esta zona del Litoral. Hasta el miércoles 20 de marzo, la estación lluviosa sumaba 5 438 afectados en la provincia; en todo el país se reportan 24 243 afectados, desde octubre del 2018.

El Pula recorre al menos tres cantones. En Santa Lucía su caudal ha dejado incomunicadas a 70 familias de la zona rural. En recintos como Agua Blanca, Cabuyal y Las Campanas los caminos han quedado bajo el agua; los niveles aún no disminuyen.

Las personas realizan sus actividades diarias, en medio del agua que ha dejado el desbordamiento de ríos en Guayas. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO

“Hemos averiguado en la represa Daule Peripa y nos informaron que el caudal de la presa se mantiene, pero río abajo estamos afectados por otros afluentes que vienen de Balzar y Colimes”, explica el alcalde Miguel Solórzano.

Santa Lucía está en emergencia. Por ahora, ocho familias son atendidas en el albergue municipal.

En el vecino cantón Daule, el Pula también causa problemas. Vastos caseríos se reflejan en un extenso espejo de agua formado por el caudal.

El alcalde Pedro Salazar dice que ese panorama se repite cada invierno por falta de un plan integral de dragado en la cuenca baja del Guayas. “Los inviernos seguirán siendo peores si son fuertes, porque la capacidad de recepción de agua de los principales ríos ha ido mermando; cada vez tienen más sedimentos”.

En el cantón Salitre, también en la cuenca baja, el río Vinces no da tregua. Su nivel continúa elevado y su corriente ha roto tramos de los muros de contención que protegían a la zona agrícola.

“Desde el verano del año pasado hemos pedido a las autoridades que refuercen cinco puntos frágiles del muro. Pero no nos escucharon”, se lamenta Antonio Rivas, habitante del recinto Bebo, donde 20 familias tuvieron que salir de sus casas por la inundación.

En el vecino recinto El Guasmo hay pérdidas agrícolas. El arroz de Gabriel Quinto estaba a punto de madurar. “Pero el agua lo pasmó. Ya no hay cómo recuperar nada”, dice frente al cultivo verdoso. En otras zonas, como Tres Marías, los daños han sido generados por el río Los Esteros.

El alcalde Francisco León reiteró que el 80% del cantón se afectó por las inundaciones. El funcionario pidió ayuda al Gobierno con brigadas y vituallas para atender la emergencia.

Guayas está en alerta naranja, declarada en esta semana por el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias. En el cantón Jujan siguen desbordados los ríos Carrizal, Los Amarillos y Jujan. Mientras que en El Empalme, al norte de la provincia, hay daños por el río Chontilla.

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