Son más de 40 deslizamientos de tierra en un corredor vial de 60 kilómetros entre Quera, Porotillo y Chilla. Y la maquinaria no se da a basto. Los derrumbes tienen incomunicado al cantón Chilla, en la provincia de El Oro.
Tampoco es posible acceder a la parroquia Uzhcurrumi, del cantón Pasaje, donde las lluvias afectaron calles y casas. Richard Cartuche, alcalde de Chilla, explicó este martes 15 de marzo que siete comunidades están aisladas. “En el sector de Porotillo está destruida la vía”, dijo.
Las fuertes lluvias iniciaron el pasado sábado 12 de marzo y desde el domingo se registran derrumbes. Además, toda la población lleva tres días sin fluido eléctrico mientras que ciertos sectores carecen de agua potable, debido al temporal. En consecuencia, también se afecta la conservación de alimentos en los hogares.
Chilla en emergencia
El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Cantonal declaró a la población en emergencia este martes 15 de marzo. “Debido a las múltiples necesidades se declara la emergencia: la falta de energía eléctrica, de servicios básicos, de salud, de transporte…”, dijo el Alcalde.
Cartuche pidió al Gobierno Provincial reforzar las labores de rehabilitación vial. Con la emergencia se prevé destinar recursos para la atención humanitaria de la emergencia y ofrecer apoyo para reabrir la vía, dijo.
Los derrumbes que tienen incomunicado a Chilla, en El Oro, afectan la salida de productos de agricultores de la zona. El cantón está ubicado al noreste, en la denominada parte alta de la provincia, en inmediaciones de la cordillera andina. Y tiene una población de casi 2 500 habitantes.
Prefectura limpia derrumbes
Mientras que maquinaria de la Prefectura de El Oro trabaja habilitando el tramo Quera-Porotillo. “Seguramente son las precipitaciones más grandes en los últimos años”, dijo Jairo Vásquez, director de Obras Públicas de la Prefectura. “Con maquinaria de la Prefectura, sobre todo, estamos sacando material y gran cantidad de palizada”.
También se destapan alcantarillas afectadas por el arrastre de material, a un lado de la vía. Esto a fin de evitar que el agua rebase el carretero y produzca nuevos socavones. “Todo empeoró desde el domingo. Tenemos trabajando una excavadora, una cargadora y dos retroexcavadoras”, agregó Vásquez.