La Defensoría del Pueblo investiga esta y otras irregularidades dentro de la casa de salud Teodoro Maldonado. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
Un préstamo de fármacos. Ramón tuvo que recurrir a esa estrategia para evitar que su organismo rechace el riñón que le trasplantaron 11 años atrás. “Ahora debo dos cajas de un fármaco valorado en USD 300 porque el Seguro no lo tiene”, aseguró.
La falta de medicina y su presunta baja calidad son las nuevas quejas de los pacientes renales que reciben atención en hospital Teodoro Maldonado Carbo, del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) en Guayaquil.
Ramón estuvo atado a tratamientos de hemodiálisis durante cuatro años y medio, antes de ser candidato a un trasplante. Ahora teme que el déficit de la medicina inmunosupresora, un problema se ha agravado en los últimos tres meses, afecte su salud.
La Defensoría del Pueblo se reúne con pacientes del IESS. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
“Vivimos en estrés, una situación que me puede causar la pérdida del riñón. Por la falta de medicina se puede regresar a diálisis y eso es lo que nos preocupa”, confiesa. Quien le prestó las dos cajas de pastillas que consume diariamente es un paciente que volvió a hemodiálisis.
La Defensoría del Pueblo investiga esta y otras irregularidades dentro de la casa de salud, que ayer fue visitada por las autoridades nacionales del IESS debido a denuncias por falta de insumos para los tratamientos de hemodiálisis. Mirely Icaza, coordinadora zonal 8 de la entidad, aseguró que también ayer trató de ingresar al hospital pero su paso fue impedido.
Este jueves 23 de enero de 2020, en un segundo intento, pudo reunirse con las autoridades del hospital. “Analizaremos cómo se están realizando los procedimientos para que no vuelva a ocurrir un déficit. Las entidades deben realizar planificación y compras oportunas para no vulnerar el derecho a la salud de los pacientes con enfermedades catastróficas”, explicó la coordinadora.
Dora García presidenta de la Asociación de Pacientes Renales del Ecuador . Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
Dora García, presidenta de la Asociación de Pacientes Renales del Ecuador, indicó que 150 afiliados trasplantados acuden a consultas al Teodoro Maldonado y son citados cada dos o tres meses para obtener sus fármacos.
Para García, quien también recibió un riñón, las principales preocupaciones de los afiliados se dividen entre la entrega de medicina genérica, supuestamente poco efectividad; y el cambio de tipos de fármacos. “Hay medicina genérica que es buena, pero hay medicina de la que ni siquiera sabemos su procedencia. Otra preocupación es el cambio de los esquemas, que genera problemas en nuestra salud. Necesitamos mantenernos con la medicina que nos ha mantenido vivos hasta ahora”, afirmó.
Óscar calcula que ha gastado USD 600 para adquirir la medicación por su cuenta. A esto suma exámenes de laboratorio valorados en USD 150 que no se realizan en el hospital del IESS, según dijo, por falta de reactivos. “Hemos luchado tanto para recibir el trasplante (valorado en USD 30 000, aproximadamente) que no queremos regresar atrás. Pedimos a las autoridades que nos den una atención de calidad”.
Para atenuar la crisis de medicamentos, el Teodoro Maldonado también ha recurrido a préstamos. Abraham Bedrán, director provincial del IESS en Guayas y encargado del proceso de vigilancia al hospital, aseguró que al menos cuatro centros médicos de la institución en Guayaquil han colaborado con el envío de insumos y fármacos “por principio de solidaridad”, que luego deberán ser devueltos.
La casa de salud maneja un presupuesto de USD 48 millones para la compra de fármacos, insumos y dispositivos médicos durante los seis primeros meses del 2020. Pero sus directivos han señalado que el déficit se origina por los largos procesos de adquisición, que pueden durar hasta un mes y medio.
Este jueves Bedrán se reunió con delegados de la Defensoría del Pueblo y con una veeduría del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, que sumó otras denuncias relacionadas con el servicio. La Dirección Provincial del IESS ha desplegado equipos de las áreas de Compras, Infraestructura y Atención al Usuario para detectar los puntos críticos.
La deuda del MSP con los centros de diálisis también preocupa a los pacientes
Una máquina de hemodiálisis es la única oportunidad de vida para Raúl desde hace dos años y medio. Desde que le diagnosticaron insuficiencia renal crónica debe seguir un estricto tratamiento, tres veces por semanas, en un centro particular al que fue derivado por el Ministerio de Salud Pública. “Son USD 1 400 cada mes. Nosotros no tenemos ese dinero”, cuenta preocupado.
La deuda de ocho meses que mantendría el MSP con los prestadores de hemodiálisis es otro de los reclamos de los pacientes con problemas renales. Son USD 60 millones, aproximadamente, por la atención de cerca de 15 000 usuarios, en 120 centros de todo el país.
“La preocupación de los pacientes es que esta falta de pago incurra en una interrupción de la prestación del servicio de diálisis. Y en el caso de los trabajadores hay dificultades por atrasos en sus sueldos”, dijo la coordinadora zonal 8 de la Defensoría del Pueblo, quien además indicó que dialogan con funcionarios del Ministerio de Finanzas para evaluar los procedimientos de pago.