Davos, Suiza, AFP
En la apertura del Foro Económico Mundial (WEF) de Davos, los banqueros lanzaron ayer su contraataque ante la ofensiva política para controlar más al sector.
“No he visto evidencia que sugiera que achicar los bancos y hacerlos más pequeños sea la respuesta” para evitar una nueva crisis, dijo el presidente del banco británico Barclays, Robert Diamond, en un debate sobre riesgos financieros.
En la misma sintonía, el presidente del banco estadounidense JP Morgan Chase International, Jacob Frenkel, afirmó que “la muy profunda recesión que hemos tenido constituye un terreno fértil para decisiones políticas potencialmente malas”.
El presidente estadounidense Barack Obama anunció la semana pasada su intención de limitar el tamaño de los bancos e impedir que especulen en los mercados, con el objetivo de evitar que tomen riesgos excesivos como los que ocasionaron la crisis mundial del año pasado.
Este tema se convirtió en uno de los grandes ejes de debate de Davos, donde líderes políticos y empresarios batallan para imponer su posición.
El presidente francés Nicolás Sarkozy se sumó a la ofensiva de Obama en su discurso inaugural del Foro. “El trabajo del banquero no es especular, es analizar el riesgo del crédito, medir la capacidad de los deudores de reembolsar y financiar el desarrollo de la economía”.
Según un estudio de la consultora PriceWaterHouseCoopers, los responsables de las grandes corporaciones están más preocupados por un posible exceso de regulación de sus negocios.
Para el presidente de Barclays, una reducción del tamaño de los bancos tendría un impacto “muy negativo” sobre la economía y el empleo.
Favorable a un mayor control, el ex gobernador del Banco Central mexicano, Guillermo Ortiz, puso como ejemplo la resistencia de las economías latinoamericanas ante la crisis, explicando que se aprendió la lección del pasado y se optó por una regulación más estricta.