Violinista ecuatoriana en la Orquesta de las Américas, solista de sinfónicas desde los 12 años

Alba Layana, una de los dos representantes en la Orquesta de las Américas 2017, durante una entrevista en la biblioteca de la Universidad de las Artes, en Guayaquil. Foto: EL COMERCIO

La violinista ecuatoriana Alba Layana Izurieta, seleccionada a través de video audición para integrar la Orquesta de las Américas (YOA, por sus siglas en inglés), tocó a los 12 años con la Sinfónica Universidad de Concepción de Chile y a sus 19 ya ha tocado como solista invitada de las orquestas sinfónicas de Quito, Guayaquil, Cuenca y Loja.
Algo que para la estudiante de primer semestre de la carrera de artes musicales de la Universidad de las Artes (UArtes) tiene poco que ver con el prodigio y más con la disciplina y el amor por un instrumento del que se enamoró “a primera vista” desde su infancia. “Es muy emocionante ser parte de la Orquesta de las Américas, es un premio al esfuerzo y la dedicación que le he puesto a la música”, indicó Layana.
La joven guayaquileña audicionó con un video de 15 minutos en el que interpretó fragmentos de sinfonías de Mozart, Brahms y Beethoven que le valió pertenecer a la YOA, orquesta sinfónica compuesta por 79 jóvenes talentos de la música, en edades entre 18 y 30 años, representantes de 24 países del Hemisferio Occidental.
En la gira de la YOA por el Cono Sur, Ecuador será representado además por el chelista José Paredes Suárez, miembro de la Orquesta Sinfónica de Guayaquil (OSG) y graduado en la Universidad Especialidades Espíritu Santo (UEES). “El 6 de julio viajamos a Puerto Montt en Chile, para ofrecer conciertos en Chile, Argentina y Brasil, hasta el 7 de agosto”, comentó la violinista emocionada también por el viaje.
Layana, quien estudió en el conversatorio Antonio Neumane y con maestros particulares como la violinista polaca Ursula Izaka y el ecuatoriano Iván Fabre (concertino de la OSG), viene de una familia de instrumentistas de música popular y académica.
El regalo de un pequeño violín que su padre le regaló a los 7 años le cambió la vida para siempre, dice. Su padre, el oboísta Jorge Layana, integra también la OSG y es director de la Orquesta Sinfónica Infanto Juvenil del Guasmo; mientras que su madre y su hermana son pianistas: Claudina Izurrieta y Claudina Layana.