La firma basada en Oklahoma (sur) aceptó restituir las antigüedades incriminadas y pagar una multa de unos USD 3 millones, indicó la oficina del fiscal de Brooklyn en un comunicado. Foto: Wikicommons
La cadena de decoración estadounidense Hobby Lobby devolverá miles de objetos de la época mesopotámica importados ilegalmente desde Irak, informó el miércoles 5 de julio de 2017 la justicia.
La firma basada en Oklahoma (sur) aceptó restituir las antigüedades incriminadas y pagar una multa de unos USD 3 millones, indicó la oficina del fiscal de Brooklyn en un comunicado.
El presidente fundador de Hobby Lobby, David Green, que creó un museo, habría comenzado a reunir manuscritos y otras piezas antiguas en 2009. En julio de 2010 habría viajado a Emiratos Árabes para inspeccionar gran número de tabletas cuneiformes y otras antigüedades que estaban en venta, según el fiscal.
Aunque fue advertida de que probablemente algunas de esas piezas provinieran de Irak, Hobby Lobby habría firmado un acuerdo para adquirir un total de 5 500 objetos por USD 1,6 millones.
La operación estaba “repleta de señales que habrían debido llamar la atención” de la firma, como que en las negociaciones intervenían únicamente intermediarios y los envíos de dinero eran dirigidos a cuentas que estaban a nombre de terceras personas y no de los supuestos destinatarios, dijo el fiscal.
Las piezas llegaron además en varios embarques y tenían un etiquetado engañoso: se decía, por ejemplo, que provenían de Turquía o Israel, y no de Irak. “Los coleccionistas e importadores estadounidenses deben asegurarse de que respetan los textos y las normas”, subrayó la fiscal Bridget Rohde, citada en el comunicado.
“La protección de la herencia cultural es una misión que las autoridades estadounidenses toman muy en serio. (…) Sabemos que los iraquíes consideran que el valor de estas piezas no se puede estimar”, dijo el agente del FBI encargado de este caso, Angel Melendez.
Hobby Lobby y David Green, un fervoroso cristiano, ocuparon titulares en 2014, cuando la cadena decidió, en función de sus convicciones religiosas, privar a sus 28 000 asalariados del acceso a la llamada píldora del día después, que la ley de salud aprobada durante la administración de Barack Obama obliga a brindar a quien la solicita.
El caso llegó hasta la Corte Suprema, que resolvió que las empresas que no cotizan en bolsa pueden limitar el acceso a algunos métodos anticonceptivos, un controvertido fallo adoptado que contó con la aprobación de cinco jueces y el rechazo de cuatro.